Tras 26 días de exhaustivo trabajo, se dio por concluida la tercera etapa de exhumaciones en las fosas comunes del panteón municipal de Pedro Amaro, en Jojutla, Morelos. En esta fase, autoridades de los tres niveles de gobierno, junto a peritos forenses, recuperaron 42 cuerpos y 176 fragmentos óseos.
Con una profundidad de excavación que alcanzó los 2.85 metros de profundidad, los restos fueron sometidos a rigurosos análisis por parte de especialistas en criminalística, antropología forense, odontología y genética.
Estas labores estuvieron a cargo de la Fiscalía General del Estado (FGE), el Centro de Identificación Humana del estado de Coahuila y la Guardia Nacional, con el apoyo del Equipo Mexicano de Antropología Forense. Además, se clasificaron prendas de vestir extraídas durante la intervención para apoyar en el proceso de identificación.
Paralelamente, 35 muestras genéticas fueron recolectadas de familiares de desaparecidos, mientras que 45 familias recibieron atención psicológica y asesoría jurídica. También se les permitió consultar los catálogos del Servicio Médico Forense de Morelos (SEMEFO) como parte del esfuerzo por identificar a las víctimas.
Un elemento destacado de esta etapa fue la participación activa de colectivos de búsqueda y familiares de víctimas, quienes actuaron como observadores para garantizar la transparencia. La Brigada Nacional de Búsqueda y la Comisión Estatal de Derechos Humanos también acompañaron los trabajos, fortaleciendo la legitimidad del proceso.
Según las investigaciones, estas fosas no contenían registros claros sobre las identidades de los cuerpos enterrados, lo que ha dificultado los esfuerzos de identificación y aumentado la desconfianza entre las familias afectadas.
Agencias
