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Dos presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero colombiano actualmente dedicado al narcotráfico, fueron extraditados a Estados Unidos, donde enfrentan cargos de narcoterrorismo y distribución internacional de cocaína, informó el Departamento de Justicia.
Los detenidos, identificados como Yamit Picón Rodríguez, alias Choncha, de 36 años de edad, y Henry Trigos Celón, alias Moncho Picada, de 44 años, fueron trasladados ayer directamente a Houston vía aérea, tras hacerse efectiva la orden de extradición en su contra.
Está previsto que comparezcan ante el juez federal Sam Sheldon este viernes a las 10:00 de la mañana. Los fiscales federales Casey MacDonald y Aníbal Alaniz del Distrito Sur de Texas llevan el caso en su contra.
De acuerdo con un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fechado en marzo, el cártel de Sinaloa tiene vínculos con el ELN, pues este último presuntamente le facilita las operaciones en la frontera entre Colombia y Venezuela para el tráfico de cocaína, principalmente, por medio de pistas de aterrizaje clandestinas.
Autoridades estadunidenses también vinculan al ELN con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al que Estados Unidos señala de liderar una organización criminal conocida como el cártel de Los Soles, dedicada presuntamente al tráfico de cocaína, y por lo que también pesan en su contra cargos de narcoterrorismo y narcotráfico.
El grupo guerrillero colombiano fue designado oficialmente como organización terrorista extranjera por Estados Unidos el 8 de octubre de 1997. Y, de acuerdo con el Departamento de Justicia, a la fecha, sigue operando como una de las organizaciones de narcoterrorismo más extensas del mundo.
Es la primera vez que, en los casi 60 años de existencia de la organización, se extradita a presuntos integrantes del ELN a Estados Unidos para que enfrenten cargos por narcoterrorismo y narcotráfico.
Un jurado federal dispuso el procesamiento judicial de Picón Rodríguez, Trigos Celón y otros cuatro integrantes del ELN desde febrero de 2020. Las autoridades colombianas aprehendieron en septiembre de 2020 a los dos presuntos narcoterroristas extraditados este jueves.
A los seis involucrados se les acusa de distribución internacional de sustancias controladas y de realizar actos orientados a proporcionar dinero en efectivo, o a sabiendas de que serían proporcionados, a una persona o una organización que participa en terrorismo o actividades terroristas (narcoterrorismo), en este caso en particular el ELN.
En concreto, según la acusación, Picón Rodríguez, Trigos Celón y el resto de implicados participación en una conspiración por un lapso de 20 años para distribuir cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos con la intención de proporcionar apoyo económico al ELN o a sabiendas de que tal apoyo se brindaría.
Entre los supuestos cómplices de Choncha y Moncho Picada está, según una corte federal de Texas, Wilver Villegas Palomino, alias Carlos El Puerco, de 38 años de edad, señalado como uno de los líderes del ELN, que de momento continúa prófugo.
La justicia estadunidense lo considera fugitivo, al igual que a Jaime Miguel Picón Rodríguez, alias Chencho y Jairo, de 38 años, así como a Diomedes Barbosa Montaño, alias El Burro, también de 38 años de edad. Por los que ya se ha librado una orden de arresto.
El FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) pidió a quienes tengan información sobre el paradero de estos guerrilleros prófugos acusados de narcoterrorismo que se pongan en contacto con ellos.
El Departamento de Estado, a través de su programa de recompensas relacionadas con narcóticos, ofrece hasta cinco millones de dólares a cambio de información que posibilite que se detenga o condene a Villegas Palomino.
Se sabe que para la conformación de este caso el FBI y la DEA (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés) en Bogotá brindaron un apoyo sustancial, al igual que la División de Operaciones Especiales, un organismo de carácter interinstitucional dentro del ámbito del Departamento de Justicia, en el que participaron abogados asignados desde la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas, así como agregados judiciales de la dependencia en Colombia, quienes contaron con la cooperación de las autoridades colombianas.
La operación, que recibió el nombre de Relámpago de Catatumbo, forma parte de una iniciativa que prevé la conformación de equipos de tareas interinstitucionales permanentes que trabajen codo a codo en un mismo lugar.
Este modelo permite que agentes de distintas agencias, como el FBI o la DEA por ejemplo, colaboren en operaciones montadas a partir de datos de inteligencia en múltiples jurisdicciones para interceptar y desarticular el accionar de narcotraficantes, responsables de blanqueo de capitales, pandillas y organizaciones delictivas transnacionales de mayor envergadura.
Agencias
