Estatua del Rey Carlos III es el último blanco de los activistas de Just Stop Oil

Este lunes, dos activistas de Just Stop Oil estamparon dos tartas de chocolate en el rostro de la figura de cera del rey Carlos III en el museo londinense de Madame Tussauds, con la consigna de que el gobierno británico «detenga las nuevas licencias de petróleo y gas».

«La ciencia es clara, la demanda es sencilla: detened las nuevas licencias de petróleo y gas», proclamaron mientras arrojaban las tartas a la escultura, que está rodeada de la de otros miembros de la familia real británica.

La portavoz del museo,, confirmó en declaraciones a una cadena regional que dos activistas habían lanzado puré de papas contra el cuadro de y que la pintura no había resultado afectada.

La entidad ecologista compartió la acción en un vídeo en sus redes sociales, acompañado de unos tuits en los que denuncian al monarca inglés por «haber abandonado sus planes de asistir y dar un discurso» en persona en la próxima COP27 de la ONU, que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheij, Egipto.

Este suceso ocurre un día después de que otros dos activistas del grupo alemán Última Generación arrojaran puré de patatas a una de las obras pictóricas de la serie ‘Los Pajares’ de Claude Monet, en el Museo de Barberi de Postdam, situado al sur de Berlín.

También protestan en Alemania

El pasado domingo, dos activistas del grupo ambientalista «Letzte Generation» («Última generación») lanzaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet, de la serie «Les meules» («Los almiares») expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín.

En un comunicado difundido por el grupo activista, señalan que con su acción «plantean a la sociedad la misma pregunta que dos valientes jóvenes mujeres hicieron en la Galería Nacional de Londres con sopa de tomate hace una semana: ¿Qué vale más, el arte o la vida?».

«Cada vez más personas se niegan a aceptar en silencio la progresiva destrucción y puesta en peligro de la vida humana en nuestro planeta», afirman los activistas.

El cuadro no sufrió daños durante la acción, «todo lo contrario del inconmensurable sufrimiento que las inundaciones, las tormentas y las sequías ya nos traen hoy como presagio de la inminente catástrofe», agregan.

La portavoz del museo, Carolin Stranz, confirmó en declaraciones a una cadena regional que dos activistas habían lanzado puré de papas contra el cuadro de Monet y que la pintura no había resultado afectada.

El cuadro, protegido por un cristal, data de 1890 y pasó a la colección Hasso Plattner del Museo Barberini en 2019 tras ser adquirido por 110.7 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s.

«Se me paró el corazón cuando me enteré de la acción», dijo la portavoz del museo, quien precisó que se trata del cuadro de Monet más caro jamás vendido.

La sala quedó cerrada y un experto está examinando la obra de arte para detectar posibles daños.

Agencias