Estados Unidos puede pasar por una escasez de trabajadores

Los directivos del sector de energías limpias y de semiconductores llamaron a la flexibilización urgente de las reglas de inmigración en Estados Unidos (EU), y dijeron que la estrategia de la administración de Joe Biden para reindustrializar la economía necesitará una rápida llegada de mano de obra extranjera calificada.

Ya se anunciaron más de 80 nuevos proyectos en EU desde que el Congreso aprobó el año pasado subsidios por valor de cientos de miles de millones de dólares, como parte del plan del presidente Joe Biden para deslocalizar la proveeduría y llevar de nuevo al país los empleos de fabricación que se perdieron con Asia en los últimos años.

Pero la fiebre de inversión coincidió con un endurecimiento histórico del mercado laboral, algo que llevó a los desarrolladores a pedir una reforma que permita la entrada de más trabajadores a EU y mantenga a los estudiantes extranjeros.

“Tenemos que arreglar nuestro sistema de inmigración de personas altamente calificadas”, dice Patrick Wilson, vicepresidente de relaciones gubernamentales de MediaTek, una empresa taiwanesa de semiconductores. “Enviar a los talentos más brillantes, nacidos en el extranjero y educados en Estados Unidos, a trabajar a otro lugar es absurdo”.

Los llamados de más mano de obra extranjera se producen durante un enconado debate sobre la inmigración, en el que los legisladores republicanos responsabilizan al gobierno de Biden de un “aumento” de inmigrantes que cruzan por la frontera entre EU y México, después de que vencieron las restricciones de la época de la pandemia.

“Tiene que haber una separación en el lenguaje entre las cuestiones políticas y candentes que (el Congreso) no quiere abordar en la frontera y una cuestión mayor, muy diferente, que es la de traer mano de obra altamente calificada”, dice Bob Clark, fundador de la empresa de construcción Clayco, que actualmente construye varias fábricas en Estados Unidos, entre ellas la planta de baterías de Entek en Indiana, valorada en 1,500 millones de dólares (mdd).
Clark dice que el sistema de inmigración lo obliga a “elegir ganadores” entre su grupo de becarios nacidos en el extranjero. Agrega que las empresas eligieron ubicaciones en Canadá y México en lugar de Estados Unidos, como consecuencia de unas leyes de inmigración más amistosas y una mayor reserva de mano de obra en esos países.

Agencias