El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ha iniciado la construcción de un nuevo centro de detención migratoria en el oeste de Texas, diseñado para albergar a 5 mil inmigrantes adultos solteros. Esta infraestructura, que se levantará cerca de la base militar de Fort Bliss, forma parte de la intensificación de su política de “tolerancia cero” contra la migración irregular.
El proyecto fue revelado esta semana mediante un anuncio de contrato del Departamento de Defensa. La empresa Acquisition Logistics, con sede en Virginia, recibió 232 millones de dólares para construir esta instalación temporal, que será una “estructura de lados blandos” —es decir, tipo carpa o inflable— en una región fronteriza entre El Paso (Texas) y parte de Nuevo México.
Este nuevo campo de detención representa un paso significativo dentro de la estrategia antimigrante de la administración de Trump, que ha priorizado la expansión del aparato de control migratorio desde su retorno a la Casa Blanca. Según informes oficiales, el gobierno federal cuenta con un presupuesto de 170 mil millones de dólares para fortalecer la seguridad fronteriza y la capacidad de detención.
De ese total, 45 mil millones de dólares se destinarán exclusivamente a infraestructura de detención como la de Fort Bliss. Asimismo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) verá multiplicado su financiamiento, con una asignación adicional de 76,5 mil millones en los próximos cinco años, lo que representa casi diez veces su presupuesto actual.
Este refuerzo permitirá ampliar redadas, agilizar deportaciones y habilitar centros de detención masivos en lugares remotos, lejos del escrutinio público.
Agencias