La localización de seis delfines muertos por heridas cortantes y atados a un ancla cerca del Puerto Matamoros, que aparentemente se utilizan como carnada para la captura de tiburón, motivó una nueva alerta de la Fundación Conibio Global hacia la Fiscalía General de la República y las instituciones a cargo de la conservación de dicha especie, que hoy se encuentra protegida.
Seguimiento
Jesús Ibarra Rodríguez, presidente de dicha asociación, que previamente había denunciado la matanza de otros 23 especímenes, dijo que han estado insistiendo ante la Profepa, Conapesca y Secretaría de Marina, para que se investigue este ecocidio, que está diezmando la presencia de los considerados guardianes del océano.
Recordó que dañar especies como los delfines y las tortugas marinas es un delito federal que se castiga con cárcel, así como el aseguramiento de artes de pesca y embarcaciones. De acuerdo a la ley debe existir cero tolerancia a esa conducta.
Labor
Explica que los delfines son mamíferos muy inteligentes y sociables que viajan como manada, utilizando sonidos y silbidos como medio de comunicación. Cumplen un rol muy importante en el equilibrio marino pues son depredadores tope, que regulan poblaciones de peces y contribuyen a mantener saludables los ecosistemas. Tienen alta presencia en las costas mexicanas.
Además, en muchas culturas son considerados símbolo de libertad, armonía y conexión con la naturaleza.
Sobreexplotación
Durante los últimos 10 años su población ha sido muy afectada, ya que de acuerdo a datos oficiales que les ha compartido Profepa -explica Jesús Ibarra, graduado como médico veterinario zootecnista- el 90 por ciento de los ejemplares adquiridos en los delfinarios de todo el país, fueron capturados en el puerto, más conocido como El Mezquital por sus pobladores.
Pero ya que el precio de un delfín vivo y sano, especialmente si era joven, era de cinco millones de pesos, la pesca furtiva causó mucho daño a dicha especie.
La detección de un embarque de seis delfines vivos de Matamoros a Guadalajara, donde se descubrió que realmente llevaban 10, motivó a Profepa a prohibir su captura. Esos 10 fueron regresados al puerto de Matamoros y echados al mar, pero ahora hay un nuevo ataque contra estos animales.
Carnada
Creen que pescadores los sacrifican de esa manera para mejorar su rendimiento en la captura del tiburón, se aprovechan que los delfines son muy amigables y se acercan a las embarcaciones a interactuar con los humanos.
Sin embargo, los ambientalistas no disponen de los medios suficientes como para vigilar la costa en busca de las embarcaciones donde se utiliza esta sádica práctica, además del riesgo que eso podría implicar.
El Bravo Digital