Desalojan a migrantes en Matamoros

Unos 30 personas procedentes de países de Centroamérica que pernoctaban en un edificio cercano al Puente Internacional entre Matamoros y Texas, fueron desalojados presuntamente por personal del Instituto Nacional de Migración (INM).

Estos migrantes apenas llegaron a este municipio hace semana y media, al enterarse que Estados Unidos permitió desde el pasado 25 de febrero, el cruce coordinado de inscritos al Programa de Protección al Migrante (MPP por sus siglas e inglés) y que vivían en el campamento, asentado de forma irregular, a un costado del Río Bravo.

Por lo que se instalaron en un inmueble, que anteriormente había sido destinado como oficina de turismo, durmiendo sobre colchonetas a la intemperie y usando los sanitarios públicos del puente internacional, donde para pasar es necesario pagar los 5 pesos de la cuota de acceso al cruce.

La presidenta de la Fundación Ayudándoles a Triunfar, Glady Caña, informó que hoy el lugar se encuentra desocupado y que no se tiene información exacta sobre los migrantes que ahí se encontraban.

“Migración se llevó a personas que estaban en la calle, mujeres, hombres, niños, se fueron llorando; no sabemos exactamente qué ocurrió, creemos que algunos podrían ser deportados”, explicó.

Señaló que entre los centroamericanos que fueron desalojados, existen algunos dentro del MPP que les otorga el permiso de estar en México.

“El estar dentro del MPP les permite estar dentro del país; lo que sabemos es que se los llevaron a ellos con sus cosas sin siquiera revisar su documentación”, dijo.

La activista destacó que en menos de una semana, unas 50 personas han llegado a la oficina de la fundación en busca de un lugar para alojarse, cifra considerada muy alta de acuerdo a su experiencia.

“Unas 50 personas han llegado con nosotros, no tenemos lugar para donde canalizarnos, es un problema porque cada vez llegan más y no hay organización”, apuntó.

“No es seguro, no hay condiciones para que vengan, el campamento está cerrado y aquí sólo van a llegar a pasar carencias”, señaló precisando que no existe una buena coordinación entre autoridades y organismos.

“No hay una buena comunicación, no es que nosotros no queramos, el problema es que no fluye la información y lo ideal serían unirnos para canalizar los esfuerzos”, puntualizó.

Mientras que entre los últimos entre 60 y 70 residentes del campamento que aún no habían logrado pisar tierra norteamericana, se encuentran alojados en la Casa del Migrante, ya que el lugar fue cerrado y se encuentra bajo vigilancia de la Guardia Nacional.

Agencias