Más de 500 migrantes de diferentes nacionalidades cruzaron de manera ilegal a través del río Bravo la frontera entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas.
En su mayoría son familias con hijos algunos de meses hasta 10 años, que se arriesgaron a cruzar el afluente.
Fueron varios los niños que fueron subidos en colchones inflables y otros en brazos de sus padres que pasaron caminando el río.
Agencias