Crece el delito de suplantación de identidad en Nuevo León

A pesar de que el problema de la suplantación de identidad está creciendo día con día en el país, no existe ninguna instancia que monitoree o registre el desenvolvimiento que tiene esta actividad que mantiene a México en el segundo lugar en América Latina en el robo de identidad, y el octavo a nivel mundial, generando ganancias ilícitas por más de 11 mil millones de pesos en el 2017.

Alida E. Bonifaz Sánchez, ex procuradora del estado de Nuevo León, dijo que la suplantación ahora también se da en inmuebles.

En el caso del robo de identidad en la actividad financiera, los datos que se tienen corresponden al 2017 y son alarmantes.

No se tiene una actualización de esta actividad, pero sí hay evidencia que la suplantación de identidad es un delito que está creciendo y sin ningún “candado” que la detenga por parte de la autoridad.

Y si eso sucede en la parte financiera, no se diga en la parte inmobiliaria, donde no hay datos oficiales de cómo esta actividad está avanzando en Nuevo León.

“Esto es un gran problema. Lamentablemente no tenemos más información que la que encontramos en Internet, no tenemos datos oficiales, no hay una institución que nos permita conocer el tamaño del problema”, indicó.

En una videoconferencia que ofreció a socios de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Nuevo León, sobre “Prevención de fraudes en notaría”, la especialista comentó que de acuerdo con datos de la Condusef hay 708 mil 089 reclamaciones bancarias por suplantación de identidad, de tarjetas clonadas, y hay 16 mil 500 casos de robo de identidad de clientes de instituciones financieras del país, lo que significa que creció tres veces con respecto al 2016.

El robo de identidad tiene consecuencias graves porque una vez que se comete el delito la persona que le suplantan la identidad tarda mucho tiempo en darse cuenta, y finalmente cuando se entera le lleva muchos años en rescatar el patrimonio y borrar lo que se hizo con sus datos.

Refirió que a nivel estatal está tipificado como delito no grave que permite al delincuente salir con una fianza (de unos 10 mil pesos), con derecho a recobrar su libertad al día siguiente de haber sido aprehendido, y el delincuente sigue lucrando.

Además, al afectado aparte del daño patrimonial le ocasiona un daño moral ya que queda en el buró de crédito que le llevará años comprobar de que fue víctima de una suplantación de identidad; adicionalmente la persona queda con un daño emocional.

Bonifaz señaló que este ilícito ha escalado también a la suplantación de identidad inmobiliaria, una actividad que está creciendo en la entidad.

Por ello, recomendó a la ciudadanía tener sus escrituras en orden, en original, en un lugar seguro; no tener abandonada la propiedad, mantenerla limpia y con actos visibles de posesión; tener inscritas sus propiedades en la alerta registral y encargar a un vecino de confianza que cualquier movimiento inusual le sea comunicado.

Agencias