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Al permitir que los restaurantes reabran solo al 30 por ciento de su capacidad, obliga a los propietarios a operar con gastos, sin utilidad, por eso 15 por ciento de los establecimientos cerrarán definitivamente como resultado de la pandemia Covid-19. El Inegi reporta que existen 600 mil unidades económicas dentro del segmento, 90 mil no sobrevivirán.
Así lo expuso a ContraRéplica el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Fernández Alonso, y agregó que, por el momento, lo que puede salvar algunos negocios es permitirles que su aforo sea del 50 por ciento para que puedan operar con menores gastos.
“La gente está asustada… hoy tenemos aforos no mayores a 25 por ciento, y es gravísimo porque tienes los gastos al 100 por ciento con un ingreso del 25 por ciento, los números no cuadran y te provoca en poco tiempo que estés quebrado. Abrir para algunos restaurantes les sale más caro, que cerrarlos”, señala el empresario restaurantero.
El líder gremial explica que se discutió para conformar las nuevas disposiciones para evitar las asistencias mayores a 30 por ciento de la capacidad de los restaurantes, sin ver que cada negocio es distinto; “hay lugares que pueden atender más gente porque tienen el espacio para hacerlo, no es como en el metro o los autobuses, depende de cada restaurante”.
En entrevista, puntualizó que el sentimiento de inseguridad es donde ha fallado terriblemente la comunicación, es la causa por la que la gente no va a los restaurantes. “Mientras la gente se sienta insegura no saldrá, es el problema; porque la narrativa que hicieron las autoridades fue muy mala, transmitió temor”.
“De qué sirve que nosotros cubramos todos los protocolos si la sociedad no los cubre. La gente en muchas ocasiones niega si se siente mal e incluso oculta que ha estado enfermo.
“Nosotros tenemos que crecer el aforo y el horario, es fundamental que mandemos el mensaje de que no pasa nada. Si llegas a un lugar donde no hay gente o, como lo había en los restaurantes, no hay ni música, te da miedo. Solo cuidemos los protocolos de higiene para darles certeza a los clientes, sin mandar mensajes equivocados”, subrayó Fernández Alonso.
El Inegi en sus más recientes datos apunta que existen 2 millones de mexicanos trabajando en este sector económico. “A raíz del Covid-19 es francamente previsible que el sector pierda el 30 por ciento de su valor, el triple de lo que pasó con la influenza. Calculamos que de empleos se perderá el 15 por ciento, unas 300 mil personas, lo cual es frustrante, es como desaparecer una ciudad, y al sumarle otros gremios serán demasiados”.
“Más los que viven en la informalidad, que no es la calle, son lo que no pagan impuestos o están fuera del IMSS, y son como la mitad de los que trabajan en el sector.
“Quiénes van a sobrevivir, es precisamente la parte informal, porque no pagan impuestos ni antes, ni ahora; si antes no pagaban la luz, pues ahora menos. Los que van a tronar son la parte formal, la que si paga impuestos y cubre sus obligaciones, es la gran injusticia. No se le ayuda”, acusa el presidente de la Canirac.
Explicó que los que trabajan con comida para llevar o por entrega a domicilio si la están haciendo, pero es un nicho muy pequeño. “Porque generar ingresos no significa que se tenga utilidad. Y lo saben hacer todas aquellas que en su ADN ya lo tienen, ya tienen la experiencia en la comida para llevar.
“Pero para aquellos restaurantes que solo significaba una opción y ésta se convierte en tu entrada principal, la opción provoca un desequilibrio. Con esto no vive el sector”, concluye el experto.
Agencias
