Cambio climático pone en peligro la seguridad energética: ONU

El abastecimiento de electricidad limpia debe duplicarse de aquí al 2030 para evitar que el cambio climático ponga en riesgo la seguridad energética mundial.

El sector energético no es solamente una fuente considerable de emisiones que dan origen al cambio climático, es también vulnerable a los cambios que acompañan el calentamiento del planeta, señala un nuevo informe de la Organización meteorológica mundial (OMM) de las Naciones Unidas.

Si el mundo no evoluciona rápidamente hacia las fuentes de energía limpias para ralentizar la crisis climática, las condiciones meteorológicas y un estrés hídrico más extremo pondrán en peligro la seguridad energética y podrían incluso poner en riesgo los suministros de energía renovable, advierte.

El informe recuerda que el sector de la energía es la fuente de alrededor de tres cuartos de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero, insistiendo en que “la transición a modos limpios de producción de energía… y la mejora de la eficacia energética son vitales”.

El impacto de los eventos meteorológicos, hídricos y climáticos -que se volvieron más extremos, más frecuentes y mucho más intensos por el calentamiento climático- sobre la fiabilidad del acceso a la energía ya es notorio, constata la OMM en su informe. Como ejemplo, la organización cita los cortes de corriente masivos causados por una ola de calor histórica en Buenos Aires en enero.

En 2020, 87 por ciento de la energía mundial producida a partir de centrales térmicas, nucleares e hidroeléctricas dependían directamente del acceso al agua, recuerda la OMM.

Al mismo tiempo, un tercio de las centrales térmicas que necesitan agua dulce para su funcionamiento se encuentran en zonas de gran estrés hídrica, así como 15 por ciento de las centrales nucleares existentes, proporción que debería llegar al 25 por ciento en el transcurso de los 20 próximos años.

Otro riesgo que corren estas centrales: a menudo situadas en el litoral, son potencialmente vulnerables a la elevación del nivel del mar y a las inundaciones.

La OMM estima también que 11 por ciento de la capacidad hidroeléctrica mundial está igualmente situada en zonas de gran estrés hídrico, mientras que más de un cuarto de las presas hidroeléctricas existentes y casi un cuarto de las presas planeadas se encuentran en cuencas fluviales que luchan actualmente contra la escasez de agua media a elevada.

Por ahora, las promesas de los países “se quedan cortas” para lo que es necesario para alcanzar los objetivos fijados por el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.

La OMM insta en el informe a invertir aún más en energías limpias en África. Este continente, ya enfrentado a grandes sequías y a otros efectos graves del cambio climático, no obtuvo más que 2 por ciento de las inversiones en energías limpias de las dos últimas décadas.

Y sin embargo, con 60 por ciento de los mejores recursos solares del mundo, tiene el potencial para convertirse en un actor considerable de la producción de energía fotovoltaíca, indica la OMM.

Peligran por deuda

En tanto, 54 países, entre los que se encuentran más de la mitad de los Estados más pobres y especialmente vulnerables al cambio climático, necesitan urgentemente que se alivie su deuda, o podrían caer en una crisis aún más grave, advirtió ayer la ONU.

Según un informe, si estos Estados no logran una reestructuración de la deuda se producirá un importante aumento de la pobreza y no se materializarán inversiones fundamentales para protegerse del cambio climático.

Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, El Salvador o Haití aparecen en esta lista difundida por la ONU, en la que también figuran países importantes de otras regiones como Ucrania, Egipto, Pakistán, Irak o Afganistán.

Agencias