Estados Unidos.- Erik Edge de 17 años de edad acudió al dentista con la finalidad de que le retiraran las muelas de juicio; sin embargo, no salió con vida del consultorio.
De acuerdo con los primeros reportes, los hechos ocurrieron en una clínica identificada como Liberty Oral and Facial Surgery ubicada en Washington, EUA.
Los medios locales indicaron que su padre Mark lo llevó al consultorio para la operación “rápida”.
Sin embargo, mientras esperaba a que terminara el proceso dental, vio cómo servicios de emergencia arribaron a la clínica y se dirigieron al consultorio donde estaba su hijo.
Al ver tanto movimiento, decidió acercarse a ver qué sucedía y observó cómo le aplicaron maniobras de reanimación a Erik.
Debido a que no reaccionó, los bomberos lo trasladaron a un hospital local donde finalmente confirmaron su fallecimiento.
Los padres de Erik, Sara y Mark Edge, demandaron a la clínica por una negligencia médica.
Debido a que el cirujano también realizó la función de anestesiólogo y nunca se percató de que las vías respiratorias del menor se cerraron.
Lo anterior, por una fuerte reacción alérgica a la anestesia.
El cirujano y el personal no estaban preparados para brindar atención que salve vidas y no respondieron adecuadamente
Asimismo, señalaron que la doble función no era por falta de personal, más bien para obtener mayores ingresos.
En casi todas las cirugías, es una práctica estándar que la anestesia sea administrada por alguien que dedique toda su atención al paciente. Cuando un cirujano divide su trabajo para duplicar sus ganancias, abre la puerta a riesgos innecesarios que conducen a pérdidas trágicas como la muerte de Erik
La familia de Erik Edge pide justicia, pues si les hubieran informado que el cirujano haría doble función, no hubieran permitido que su hijo entrara a la cirugía.
Por está razón, consideran que la muerte de su hijo es más dolorosa, ya que se lucró con su integridad.
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