Como parte de la serie de protestas que se han desatado en Europa en contra de los combustibles fósiles, activistas volvieron a manifestarse, esta vez en Oslo, Noruega.
‘El Grito’, de Edvard Munch, era el objetivo que tenían 3 activistas de la organización “Just Stop Oil” que entraron a la Galería Nacional de Noruega con la intención de pegarse a él y posiblemente cubrirlo con algún tipo de comida.
A diferencia de otras protestas que se han dado en Francia, Alemania y otros países, Noruega ha sido el primero en lograr frenar el intento antes de que sucediera.
“Estamos en el Museo Nacional tras un informe de los guardias de allí. Han tomado el control de tres personas, dos de las cuales intentaron pegarse a un cuadro”, declaró la policía de Oslo en Twitter.
“No lo han conseguido, pero hay restos de pegamento en la vitrina. No hay informes de daños en el cuadro”, agregó la corporación.
En redes sociales se difundió un video que muestra a dos jóvenes activistas siendo detenidos exactamente enfrente del famoso cuadro “El Grito” de Edvard Munch, momentos antes de que lograran adherirse al cuadro.
Mientras los agentes de seguridad detenían a los activistas, ellos empezaron a exclamar: “¡No habrá ningún grito cuando la gente muera!”, “¡Ningún grito cuando los políticos ignoran a la ciencia!” y “¡Grito porque hay gente que se está muriendo, se están muriendo en inundaciones y muriendo de hambre!”.
Los ataques a museos por parte de activistas medioambientales son cada vez más frecuentes. En los últimos meses varios cuadros y piezas de arte valuadas en millones de dólares ha sido víctimas de las protestas. Los museos europeos están en estado de alerta y han aumentado las medidas de seguridad para proteger sus patrimonios.
Los Girasoles de Van Gogh, La Monalisa, de Leonardo DaVinci, dos cuadros de Francisco de Goya, entre muchos otros han sido intervenidos por activistas. Hasta ahora ningún cuadro ha sido gravemente afectado puesto que todos contaban con protecciones de cristal.
Agencias
