Nueva York.- El juicio de Jennifer Crumbley, cuyo hijo llevó a cabo la peor masacre escolar en la historia de Michigan, empezó este jueves con un duelo de situaciones: una madre cuya negligencia fue tan extrema que provocó una tragedia y otra de una buena madre y hasta “hipervigilante” que no sabía de los problemas de su hijo hasta que ocurrió una tragedia.
Esas imágenes marcadamente diferentes fueron presentadas ante el jurado en una corte de Pontiac, Michigan, situada a unas 20 millas al sur de Oxford High School, en donde ocurrió la masacre el 30 de noviembre del 2021.
Aunque el caso se centró en una pregunta legal momentánea --- si los padres deben ser responsables penalmente de los crímenes violentos cometidos por sus hijos --- el horror de ese día en Oxford estuvo presente el primer día de testimonios del juicio.
Los empleados de la escuela, incluyendo uno que fue baleado en el brazo, testificó sobre el terror que experimentaron, los videos de vigilancia del tiroteo fueron mostrados, en donde aparecen algunas de las víctimas.
El responsable, Ethan Crumbley, quien tenía 15 años en ese tiempo, mató a cuatro alumnos y lesionó a otros siete.
Se declaró culpable de 24 cargos, incluyendo homicidio en primer grado y fue sentenciado el mes pasado a pasar su vida en prisión sin la posibilidad de libertad condicional.
Los casos contra la SRa. Crumbley y su esposo James Crumbley, encabezan una presión de algunos fiscales para responsabilizar a los padres cuando son sospechosos de permitir la violencia letal de sus hijos.
En los últimos meses, los padres cuyos hijos han llevado a cabo actos violentos con armas en otros estados se han declarado culpables de cargos de conducta negligente.
En el juicio de Michigan, la Sra. Crumbley de 45 años, enfrenta cargos más graves: cuatro cargos de homicidio involuntario.
La fiscalía asegura que a pesar de las señales de las violentas intenciones de Ethan, su madre no actuó sobre lo que sabía y la hace penalmente responsable de la masacre de Oxford High School.
El Sr. Crumbley de 47 años, también está acusado y será enjuiciado en marzo.
Muchos hechos del caso se hicieron públicos en los documentos de la corte antes del juicio.
Días antes del tiroteo, el Sr. Crumbley llevó a Ethan a comprar una pistola 9 milímetros SIG Sauer y la Sra. Crumbley lo llevó a una práctica de tiro.
La mañana del 30 de noviembre, ambos padres fueron llamados a la escuela porque Ethan dibujó violentas imágenes en clase, incluyendo un arma similar a la que le compraron sus padres y la figura de una víctima con las palabras “Sangre en todos lados”.
En contra de la sugerencia de un asesor escolar, los Crumbley no sacaron a su hijo de la escuela para que recibiera atención médica y no sabían que había llevado la pistola a la escuela ese día.