Vestidas de morado, senadoras piden implementar reformas contra violencia de género

Al retomar labores tras una semana de receso, todos los grupos parlamentarios del Senado se comprometieron a empujar reformas que erradiquen la violencia de género, en donde el ex titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que las mujeres ya demostraron que «están hasta la madre» de ser culpadas de provocar la violencia que viven.

Morena se sumó a los reclamos y en voz de la presidenta de los senadores, Mónica Fernández, sostuvo que los legisladores deben ser sensibles a las demandas «y tomar cartas en el asunto, legislando con perspectiva de género, eliminando las disposiciones discriminatorias y dando seguimiento puntual a las políticas públicas que tienen por objeto atender los problemas que nos afectan».

En sesión solemne, y con la mayoría de legisladoras vestidas de morado, el Pleno reconoció como histórica la marcha del 8 de marzo y el paro de mujeres del 9 de marzo al coincidir en que esa marea violeta, esa primavera morada, fue un grito de justicia en las calles.

En tribuna, el coordinador priista Osorio Chong afirmó que ya no hay pretexto que valga para no cambiar lo inaceptable. Por eso, quien no se sume a esta causa y acepte lo que está pasando «no entiende nada».

«No entiende que las mexicanas están cansadas de ser marginadas y tener menos oportunidades, que están hartas que en los medios de comunicación las traten como objetos, hartas que sus logros se cuestionen y de tener que probar su capacidad una y otra vez, hartas de aguantar comentarios y chistes supuestamente inofensivos, pero que denigran. ¡Con toda razón las mujeres están hasta la madre de ser culpadas por la violencia que viven!», comentó.

Destacó que toca cambiar a todos ese escenario y hacer lo que le toca y es momento de tomar definiciones desde los escaños, porque las mujeres y niños lo exigen a gritos.

Las senadoras Nadia Navarro del PAN, Verónica Delgadillo de Movimiento Ciudadano, Alejandra Lagunes del PVEM, Geovanna Bañuelos del Partido del Trabajo y Guadalupe Covarrubias de Morena coincidieron en que la marcha y el paro nacional lo que demostraron es un grito un grito de que las mujeres en México ya no quieren más violencia y va a reventar el sistema patriarcal, pero todos deben hacer de su parte.

Los legisladores urgieron a reformar leyes y pidieron a las empresas pagar más y mejor, así como reconocer el trabajo femenino y a las procuradurías impartir justicia.

El independiente Emilio Álvarez Icaza reconoció las movilizaciones del 8 y 9 de marzo al rechazar que sean un movimiento violento, «cada vez que se quiera decir que es una expresión violenta, nada más recordemos que el feminismo no ha matado a nadie, que nos está desafiando, interpelando y cuestionando nuestras relaciones y que tenemos que así hacerlo”.

Agencias