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29/10/2016 – Con el objetivo de despertar conciencia sobre las necesidades que enfrentan los migrantes en su trayecto y traer a la memoria a algunos que han muerto en el intento por llegar a Estados Unidos y mejorar la condición de vida de sus familias, autoridades de los tres órdenes de gobierno realizaron una ceremonia en el bordo de la avenida Tamaulipas, a orillas del río Bravo, y colocaron una ofrenda floral al pie de la Cruz del Migrante.
Participación
Personal del Instituto Nacional de Migración, del Grupo Beta, de la Secretaría de Salud y la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros participaron en dicho acto, ayer viernes 28 de octubre, por la mañana.
«A Matamoros llegan personas originarias de otros estados de la República Mexicana y de otros países con el objetivo de lograr el «sueño americano», en la mayoría de los casos salen de sus lugares de origen huyendo de la violencia y la pobreza», dijo el Sr. Juan Antonio Sierra Vargas.
El responsable del módulo de Atención al Migrante en la central de autobuses y administrador de la Casa del Migrante expuso que son muchos los riesgos a que se exponen los migrantes, en el intento de mejorar su condición de vida.
«Cuando llegan ahí les hacemos sentir que somos una misma familia, esa es la indicación de Padre Gallardo y la atendemos con gusto porque entendemos las condiciones por las que atraviesan los migrantes», dijo.
El Dr. José Luis Carrillo, directivo en la Jurisdicción Sanitaria Número III expuso que gracias a las disposiciones del Gobierno del Estado y a los insumos han podido mantener la atención médica a los migrantes cuando son retornados al país.
Cuidados
Por su parte el Lic. Julián Moreno, delegado del Instituto Nacional de Migración destacó que son muchos los riesgos a que se enfrentan los migrantes.
«Pero también se exponen al maltrato, muchas veces, por parte de las autoridades en el extranjero», dijo.
Bajo el lema «Todos somos mexicanos, migrantes dejando huella» se realizó el acto en donde un migrante de nombre Olvin Josué Santos López, originario de Honduras, narró las condiciones de inseguridad que lo obligó a salir de su país.
«Las pandillas, no puedo regresar porque me amenazaron de muerte y por eso estoy acá, tardé seis días en llegar», dijo.
Personal del INM dio a conocer la historia de un migrante originario de Camerún, quien es el único sobreviviente, luego que un grupo salió de la situación crítica que atraviesan en su nación.
Agencias
