Los demócratas confían en el voto latino para ganar

5/11/2018 – Los hispanos están más interesados en votar este año que en las últimas elecciones de medio término al Congreso de Estados Unidos en 2014 y su entusiasmo supera al de todos los adultos estadunidenses, según una encuesta nacional de seguimiento de Reuters/Ipsos publicada ayer. El sondeo también reveló que los probables votantes hispanos se inclinan casi dos veces más por apoyar a los demócratas para la Cámara de Representantes que a los republicanos en los comicios del martes.

Los grupos de registro de votantes están usando la retórica nacionalista y anti inmigración del presidente republicano Donald Trump como una oportunidad para aumentar el entusiasmo latino.

Para ilustrar esta pasión, un grupo que forma parte de una alianza que ha llegado a más de un millón de votantes potenciales en Arizona responde al nombre “Lucha”, en español. Los latinos podrían jugar un papel crucial en varias competencias estrechas, como las del Senado en Arizona, Texas y Florida, donde también está muy disputado el cargo de gobernador.

En California, la floreciente población hispana ha ayudado a poner en duda algunos distritos controlados por los republicanos. El sondeo de Reuters/Ipsos, elaborado entre el 1 de septiembre y el 29 de octubre, halló que 36 por ciento de los votantes hispanos dijo que acudirá “seguro” a las urnas, por encima de 27 por ciento en 2014. Este alza es casi el doble del aumento de cinco puntos porcentuales en el entusiasmo entre todos los votantes estadunidenses durante el mismo período, según la encuesta.

El entusiasmo parece especialmente elevado entre los hispanos demócratas. El 42 por ciento de los hispanos demócratas dijo que están “seguros” de votar, en comparación con 29 por ciento en 2014. Entre los probables votantes hispanos, 60 por ciento dijo que optarán por un candidato demócrata a la Cámara de Representantes y que 32 por ciento respaldará a un republicano.

Los hispanos son un grupo políticamente diverso. El 55 por ciento de los votantes probables se identifica como demócrata, 31 por ciento como republicano y 12 por ciento como independiente, según el estudio. Un poco más de la mitad de los probables votantes hispanos, 53 por ciento, aseguró estar “muy motivado” para elegir un candidato para el Congreso que se oponga a Trump, comparado con 43 por ciento de todos los votantes probables, 75 por ciento de los probables votantes demócratas y 9 por ciento de los votantes republicanos probables.

Para los candidatos en estados fronterizos con grandes poblaciones hispanas, como Arizona, una pregunta fundamental es si los latinos acudirán a las urnas en grandes cantidades el martes. El bloque de votantes siempre ha tenido potencial para el Partido Demócrata, pero a menudo decepciona. La baja afluencia hispana en 2014 fue una señal de advertencia.

El presidente republicano Donald Trump y su predecesor, el demócrata Barack Obama, hicieron campaña por candidatos de sus respectivos partidos, ofreciendo visiones muy diferentes sobre los problemas que enfrenta Estados Unidos, pero ambos concordaron en que las apuestas son altas a dos días de las elecciones de mitad de periodo.

En momentos en que las encuestas muestran decenas de contiendas demasiado cerradas para pronosticar un ganador antes de las votaciones del martes, el presidente y el ex mandatario dijeron que los resultados determinarán en qué tipo de país vivirán los estadunidenses en los próximos dos años.

“Estos republicanos mienten de manera flagrante, repetida, audaz, vergonzosa. Inventa cualquier cosa”, afirmó ayer Obama durante un acto en apoyo al candidato demócrata al Senado por el estado de Indiana. “Al contrario de otras personas, yo no invento nada cuando hablo, hablo en base a hechos”, ironizó, sin mencionar jamás a Trump. “Tiene que haber consecuencias para la gente que no dice la verdad”, agregó Obama, y detalló las “mentiras” de los republicanos sobre el sistema de salud o sobre las caravanas de migrantes denunciadas por su sucesor. Mientras hablaba Obama, el actual mandatario aterrizaba en el estado de Georgia para respaldar al candidato republicano a la gubernatura.

“Es una de las elecciones más importantes de nuestra vida”, señaló Trump al comienzo de su discurso. “No tanto como la de 2016, pero casi”. «Esta elección decidirá si extendemos esta extraordinaria prosperidad que hemos creado”, dijo Trump a una multitud en el poblado de Macon, Georgia, advirtiendo que los demócratas lanzarían “una bola gigante de demolición contra nuestra economía”.

Su mensaje de campaña es “muy simple”, como él mismo lo dijo: “Prosperidad y seguridad”. Y repite, citando datos ciertos, que el desempleo está en su nivel más bajo en casi medio siglo. Las caravanas de migrantes que atraviesan el territorio de México camino a Estados Unidos están en el centro de sus mítines desde hace semanas. “No dejemos a esa gente invadir el país”, repitió Trump ayer, y volvió a sostener que una victoria demócrata el martes significaría nada menos que un voto en favor de “la criminalidad”.

Nunca tanto dinero había sido devorado en una votación de medio mandato, creando una avalancha de anuncios en televisión, radio e internet. Una encuesta publicada ayer por el diario The Washington Post, coincidente a otras, le da 50 por ciento de intenciones de voto a los demócratas contra 43 por ciento para los republicanos en la Cámara de Representantes.

El último sondeo de la televisora CBS prevé como el escenario más probable una estrecha mayoría demócrata. Pero predecir el resultado en los más de sesenta distritos realmente en juego es tarea imposible. Estados Unidos podría entonces amanecer el 3 de enero de 2019 con un Congreso dividido entre los dos partidos. Ese escenario es suficiente para meter trabas a Trump, que verá su agenda legislativa completamente bloqueada durante los 22 meses previos a la próxima elección presidencial, en noviembre de 2020.

Agencias