Legisladora demócrata tacha a Trump de fascista

La legisladora estadunidense Ilhan Omar tildó de «fascista» al presidente Donald Trump, mientras el mandatario buscó distanciarse del clamor «¡Devuélvanla!», proferido contra esta legisladora demócrata nacida en Somalia en un mitín de campaña.

«Hemos dicho que este presidente es racista, hemos condenado sus comentarios racistas», dijo Omar, una de las dos mujeres musulmanas en el Congreso. «Yo creo que es un fascista».

Los gritos de «¡Devuélvanla!» estallaron el martes en un acto de Trump «Make America Great Again» en Greenville, Carolina del Norte, en respuesta a una furiosa diatriba del mandatario contra Omar y otras tres congresistas pertenecientes a minorías.

En declaraciones en la Oficina Oval, Trump dijo que desaprobaba lo ocurrido. «No estaba contento cuando escuché eso», aseguró.

Cuando se le preguntó por qué no hizo nada para acallarlos, en lugar de hacer una pausa mientras la multitud repetía su coro una y otra vez, Trump respondió: «Yo creo que sí lo hice, empecé a hablar muy rápido».

Imágenes de la televisión mostraron que Trump dejó que los gritos continuaran durante al menos 13 segundos antes de seguir hablando.

Avance del socialismo

Trump fue reprendido el martes por la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, por sus «comentarios racistas» luego de decir que las cuatro legisladoras deberían «regresar» a sus países de origen si no son felices en Estados Unidos.

Pero en el mitín dejó en claro que planea poner sus incendiarios ataques contra Omar y otras tres congresistas demócratas de tendencia izquierdista en el centro de su estrategia para la reelección en 2020.

Las integrantes del llamado «Escuadrón», todas recién llegadas al Congreso en enero y con Omar como la única nacida fuera del país, se identifican como «mujeres de color» por su ascendencia hispana, árabe, somalí y afroestadunidense.

Tras la resolución condenatoria de la Cámara, Trump volvió a la ofensiva en Greenville. Para deleite de sus miles de partidarios, describió a Omar y a las otras demócratas como «ideólogas de izquierda» que ven a Estados Unidos «como una fuerza del mal».

«Un voto para cualquier demócrata en 2020 es un voto para el avance del socialismo radical y la destrucción del ‘sueño americano’, francamente la destrucción de nuestro país», dijo.

Los gritos de «¡Devuélvanla!» recuerdan a los cánticos de «¡Enciérrenla!» que los seguidores de Trump dirigían contra la rival demócrata Hillary Clinton.

Algunos republicanos han instado a Trump a atenuar la retórica, pero el presidente está convencido de que su estrategia es ganadora, a pesar del riesgo de inflamar las tensiones raciales y ampliar la división partidista.

Estrategia cínica

Según expertos, Trump aprovechó una veta del malestar entre los estadunidenses blancos de clase trabajadora y de las zonas rurales para ganar en 2016 y espera volver a hacerlo.

«Está reuniendo su base», dijo Wendy Schiller, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Brown. «Su estrategia electoral es dividir y conquistar».

«Necesita que todos los que votaron por él en 2016 lo hagan nuevamente», afirmó. «Así que es una estrategia inteligente para él hacer que estas cuatro mujeres sean la cara del partido Demócrata».

Trump obtuvo un 57 por ciento de apoyo de votantes blancos en 2016, frente al 37 por ciento de Clinton. Para el próximo año se espera que un 70 por ciento del electorado sea blanco. Los afroestadunidenses, los hispanos y otras minorías representan el resto y tienden a votar por los demócratas.

Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, dijo que los ataques de Trump contra el «Escuadrón» están claramente dirigidos hacia los votantes blancos que lo llevaron a la Casa Blanca.

«Es una estrategia cínica», señaló. «La mayoría de los presidentes no lo harían porque no quieren pasar a la historia como racistas. Pero a Donald Trump eso le importa».

Vil

Varios de los precandidatos presidenciales demócratas condenaron los comentarios de Trump.

«Es vil. Es cobarde. Es xenófobo. Es racista», dijo la senadora de California Kamala Harris. «Es hora de sacar a Trump de su cargo y unir al país».

«Estos miembros del Congreso, hijos de migrantes, al igual que muchos de nosotros, son un ejemplo de lo que hace que Estados Unidos sea grande», afirmó el ex vicepresidente Joe Biden.

La reacción republicana ha sido más silenciosa, pero algunos se pronunciaron.

«Estoy profundamente en desacuerdo con la extrema izquierda y me ha disgustado su tono», dijo el representante Adam Kinzinger de Illinois.

«Hoy me desperté igual de disgustado: gritos como «¡Devuélvanla!» son feos, están mal, y darían escalofríos a los espíritus de nuestros Padres Fundadores. Esto debe terminar, o arriesgamos nuestra gran unión».

Agencias