Gaceta

Alcaldes, diputados federales por dos horas

Los presidentes municipales del país, representados por unos 400 de ellos, acudieron a San Lázaro, para tratar de apalabrarse con el responsable de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado Carrillo, a fin de que, tome en consideración sus demandas y que, en el presupuesto de egresos que aprueben dentro de unas semanas, haya más recursos para mejorar las condiciones de los municipios.
Hay quienes hablan de un sainete entre ambos, sin embargo, no se concreta de esa forma, ya que, los alcaldes decidieron dejar constancia de que anduvieron por ahí y con un buen mensaje para el líder de la Cámara de Diputados, quien no los pudo atender, así que, subieron hasta la tribuna para que todo mundo se diera por enterado que no están dispuestos a dejar que pase el tiempo sin que sus demandas sean escuchadas y consideradas en el presupuesto del 2020.
Se trata de tiempo que no pueden dejarse correr, porque ninguno de los alcaldes está en condición de sentarse a esperar que, desde la Subsecretaría de Gobernación, de los diputados de sus distritos, del presidente de la Comisión de presupuesto o del propio Mario Delgado Carrillo, les llegue una solución en pesos y centavos.
Cada presidente municipal se la juega al cien por cien con sus compañeros a sabiendas de que, cada día que pase sin que haya una respuesta mínima o adecuada, es un día que se pierde y, si para los últimos de este mes de noviembre ya no concretaron nada, a ellos y a los mexicanos quedará bien claro que al presidente don Andrés López Obrador, los municipios le tienen sin cuidado.
Además, se comprobará también que los alcaldes no quieren ni ver a los delegados del gobierno federal en sus entidades, porque solo les han jugado el dedo en la boca y trabajan a conveniencia de los intereses de la administración regeneracionista, no, de los ciudadanos que reclaman la participación de las autoridades federales a fin de mejorar la calidad de vida.
Pensar que a los presidentes municipales que lidera Enrique Vargas de Huixquilucan, Estado de México, se les pasó la mano con los diputados federales, porque la responsable de la mesa directiva de la Cámara, diputada Laura Rojas debió suspender la sesión del jueves último debido a que, las condiciones para su realización eran inadecuadas, la verdad es que, se comportaron a la altura de sus reclamos y necesidades, de la exigencia de pesos y centavos en el presupuesto de egresos de la Federación y con la determinación de hacer algo para que sus gobernados en los municipios, cuándo menos vean que andan tras los recursos para el 2020 y no que, se quedaron sentados a esperarlos.
Insensibilidad de los diputados federales hacia los alcaldes, claro que la hay, incluso cuándo muchos de los inquilinos de San Lázaro, alguna vez fueron presidentes municipales, por tanto, están obligados a moderar su proceder, porque ser alcalde tiene su valía ya que son la autoridad más cercana al pueblo y por desgracia quienes menos recursos presupuestales tienen y al mismo tiempo los que tienen más que perder desde una perspectiva política con los ciudadanos en virtud de no contar con dinero suficiente para atender los compromisos establecidos desde su arribo a las administraciones de los municipios.
En el caso de Ciudad Victoria, Xicoténcatl González Uresti, dijo al llegar a la alcaldía que resolvería el abasto de agua potable, que se mantendrían las compañas de bacheo, que habría otras de equipamiento y desarrollo urbano, pero, además sería una ciudad con mejor economía, cosas que no suceden porque la falta de recursos es tal que, ni siquiera los hay para mantener el mismo nivel de servicios público que había en el pasado.
Que los alcaldes vayan a buscar presupuesto a la Ciudad de México o a los gobiernos de las entidades, es un punto de gran coincidencia de los ciudadanos, hasta se les perdona que, debido a ello, no acudan a sus oficinas por dos, tres o hasta más días.
Nada pasa sin los presidentes municipales en sus oficinas cuando andan en la gestión y, por el contrario, infinidad de situaciones difíciles se viven cuándo no hay los recursos necesarios para que los ayuntamientos funcionen como primera instancia de gobierno.

Los otros
Por cierto, ya que andamos con asuntos de alcaldes, circula un estudio realizado por la empresa de Liévano Sáenz y Federico Berrueto, en el cual se enlistan las diez peores ciudades del país con inadecuadas condiciones de vida y de atrás para adelante son Ecatepec, Tehuacán, Chetumal, Ciudad Victoria, Puebla, Tuxtla Gutiérrez, Tláhuac, Naucalpan, Tapachula y Cuernavaca.
En tanto que, las 10 mejores son San Pedro Garza García, Colima, Mérida, San Nicolás de los Garza, Saltillo, Mazatlán, Apodaca, Chihuahua, Aguascalientes y Mexicali.
En todas ellas se midieron variables como calidad de vida, cohesión social, satisfacción por los servicios existentes y la evaluación de sus alcaldes.