Costa Rica elige presidente entre 13 candidatos

04/02/2018-Los costarricenses votaban el domingo en comicios presidenciales marcados por el debate sobre el matrimonio igualitario, que polarizó al país entre quienes quieren proteger los valores tradicionales y los que quieren mantenerlo como un oasis progresista en Centroamérica.

Por tercera vez en su historia, la democracia más antigua de América Latina podría elegir presidente en segunda vuelta tras la atomización de las preferencias entre 13 candidatos, de los que cinco llegan a las urnas con posibilidades, según sondeos.

La jornada, en la que más de 3.3 millones de electores están llamados a elegir presidente y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa, arrancó con normalidad a las 6.00 hora local (12.00 GMT) y se prolongará hasta las 18.00.

El Tribunal Supremo Electoral espera dar los primeros resultados unas horas después.

El diputado y cantante evangélico Fabricio Alvarado llega como favorito luego de que una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en enero, que obliga al país a legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, le permitiera galvanizar al sector ultraconservador del país.

Pero el aspirante no lograría el 40 por ciento requerido para ganar en primera vuelta, según las encuestas, que muestran una reñida competencia entre Antonio Álvarez Desanti, del poderoso partido Liberación Nacional, y el oficialista Carlos Alvarado, por pasar al eventual balotaje del 1 de abril.

Por su parte, Carlos Alvarado, exministro y cercano aliado del presidente de centroizquierda Luis Guillermo Solís, entró en la pelea en la recta final pese al desencanto de sus votantes por los escándalos de corrupción que salpicaron al gobierno.

El auge de los extremos alimentó la apatía y las dudas de buena parte de los 3.3 millones de electores, lo que da esperanzas a otros candidatos como el polémico exministro Juan Diego Castro, cuya promesa de mano dura y extractivismo sorprendió al ganar adeptos en un país «pacifista y ecológico».

Conocidos por su talante moderado y su lema «pura vida», que invita a tomarse la vida de forma relajada, los costarricenses han asistido a una campaña inusualmente agresiva, donde los programas para solucionar el creciente déficit fiscal y la criminalidad récord quedaron opacados por las consignas morales.

Agencias