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Daños millonarios, indignación e impotencia por falta de apoyo de las autoridades de seguridad y procuración de justicia, sufre la comunidad escolar de la primaria Lázaro Cárdenas del Río, de la colonia San Rafael, ya que hubo más actos de vandalismo este fin de semana, donde los delincuentes llegaron al extremo de incendiar un salón de clases.
Omisión
Ya son varios casos similares que ocurren en las escuelas de gobierno, pero la Policía Estatal Preventiva y la Guardia Nacional no han considerado la protección a dichos inmuebles como parte de sus prioridades.
Por su parte, las autoridades investigadoras hasta la fecha no han esclarecido un solo caso, de las denuncias que han presentado los directores, que en realidad sólo sirven para tramitar más apoyo a la Secretaría de Educación para reponer pérdidas.
El supervisor escolar, Víctor Manuel Díaz, informa que 10 de los 24 salones, la oficina de la dirección y de la Supervisión 63, fueron lapidados con saña, pues rompieron vidrios, tiraron material didáctico, dañaron muebles, rompieron puertas, mancillaron la bandera nacional y le prendieron fuego a un salón.
Enfoque
Extrañamente no se robaron nada, sólo acudieron a causar daños, pero evidentemente actuaron con mucho coraje o intención destructiva, ya que se tomaron muchas molestias para ello, pues antes tuvieron que romper candados, dañar rejas y violar chapas, se cree que al menos son dos sujetos.
Técnicamente, los daños afectan más del 50 por ciento del edificio escolar, donde se da servicio educativo a hijos de poco más de 500 familias, principalmente del sector poniente de la ciudad.
A dos semanas de regresar a clases, temen que sea necesario derribar por seguridad la placa del aula que fue incendiada, pues el calor pudo debilitar dicha estructura y puede representar un peligro para los alumnos. Eso lo determinarán los peritos en la materia, pero tanto maestros como padres de familia tienen temor.
Menciona el supervisor que dos semanas antes ya habían acudido los vándalos, pero sólo causaron algunos daños. Como tampoco robaron nada, no presentaron denuncia, pues como ya han ocurrido otros casos y nunca se resuelven, no le dieron mucha importancia.
Sin embargo, ahora la situación ha llegado al extremo, los delincuentes incendiaron el edificio, que pudo ser destruido por completo. Si el salón quedó inservible, implicará un gasto millonario reconstruirlo.
Claman justicia
La directora escolar, profesora María Teresa Palacio, que se reunió ayer con algunos padres de familia, dijo que hay gran tristeza e impotencia por lo que está pasando, ya que la comunidad ha trabajado muy duro para ofrecer un espacio adecuado para la educación de los niños, todos los salones están climatizados y también les dañaron los aparatos.
Por la forma como actuaron los agresores, pareciera que buscaban descargar frustraciones o realizar algún tipo de venganza, pero la directora considera que no es un asunto personal con nadie de la institución, porque piensa que es un evento aislado, que ya se ha presentado en otros planteles.
Hasta ayer no tenían una idea del importe de los daños, ya que no sólo dañaron pupitres, escritorios, archiveros, vidrios, también pintarrajearon, destruyeron pantallas, un proyector digital, destrozaron parte del cableado eléctrico. Lo que tienen seguro es que tienen que volver a trabajar con mucho empeño para limpiar y reponerse de esta transgresión a la propiedad escolar.
En esta ocasión formularán su denuncia ante el Ministerio Público, con la esperanza que, dada la magnitud del daño en perjuicio del patrimonio del Estado, ahora sí las autoridades investigadoras se pongan a trabajar y den con los responsables.
