Los padres de la pequeña originalmente no le dieron importancia a los dichos de su hija, hasta que ellos mismos comenzaron a escuchar zumbidos y llamaron a control de plagas
Lo que comenzó como lo que aparentaba ser producto de la imaginación infantil se convirtió en una odisea para una familia de Charlotte, en Estados Unidos, cuando Saylor Class, una niña de apenas tres años, insistía en que había «monstruos» en su habitación.
Al principio sus padres lo atribuyeron a su imaginación infantil, exacerbada por haber visto la pelìcula de «Monsters, Inc» recientemente.
«Incluso le dimos una botella de agua y le dijimos que era un spray para monstruos, para que pudiera espantar a los monstruos por la noche», explicó Ashley Massis Class, la madre de la menor.
Sus padres también escucharon los zumbidos
Sin embargo, la persistencia de la niña y algunos indicios como zumbidos que empezaron a escuchar también los padres, los llevaron a descubrir que los “monstruos” sí existían, pero no eran precisamente monstruos sino más bien 60 mil abejas.
Y es que una gigantesca colmena de abejas melíferas se había alojado en las paredes de la habitación de Saylor durante ocho meses.
Un apicultor, al que la niña apodó «cazador de monstruos», reveló la verdadera naturaleza de los «ruidos» que Saylor escuchaba: el zumbido de miles de abejas trabajando en su colmena. Equipado con una cámara térmica, el especialista pudo visualizar la magnitud del problema.
Agencias