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El gobierno de México solicitó a Estados Unidos permitir la exportación del camarón ribereño, pues no se han encontrado deficiencias en los Dispositivos Excluidores de Tortugas marinas (DET) al capturar la especie.
El comisionado nacional de Acuacultura y Pesca, Octavio Almada Palafox, precisó que en las visitas de verificación en las que se encontraron 118 deficiencias técnicas en 130 DET, que provocaron que la nación estadounidense cancelará la exportación del camarón mexicano, solo se consideró las afectaciones de embarcaciones mayores de arrastre, y no se examinó las embarcaciones menores ribereñas.
“Las observaciones tomadas por las autoridades estadounidenses estuvieron relacionadas directamente con especificaciones técnicas y en ningún momento hubo tortugas marinas atrapadas en las redes. Existe información científica que respalda que la mortalidad de tortugas marinas es inexistente en la pesca de camarón de ribera”, resaltó.
Por tal motivo, Almada Palafox, enfatizó que la pesca ribereña de camarón no debió incluirse en ningún momento en la restricción de exportación al mercado de Estados Unidos. Además, se tiene como antecedente que en 2010, en el que a México se le retiró la certificación y se continuó con las exportaciones de camarón de ribera, con un certificado que respaldaba su origen.
Asimismo indicó que el gobierno de México cuenta con la capacidad técnica y operativa de emitir un certificado de origen que permita las exportaciones de camarón de ribera, en tanto se recupera la certificación de camarón de altamar, lo cual se espera ocurra tras las visitas de verificación.
Almada Palafox alertó que el periodo entre el inicio de la pesca ribereña y/o artesanal y el de la certificación de camarón genera incertidumbre económica y social, toda vez que no se cuenta con la autorización de exportación de camarón, lo que representa un impacto económico a los productores y sus familias y pérdidas de empleos y bienestar en las regiones pesqueras del país.
De acuerdo a la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, el impacto económico y social que representa la captura de camarón ribereño para el bienestar de más de 63 mil pescadores mexicanos y sus familias, así como para más de 254 mil personas que dependen de esta actividad.
Agencias
