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Mientras los especialistas de la construcción no han terminado el peritaje técnico sobre un salón quemado en la primaria “Lázaro Cárdenas del Río”, para saber si será demolido o restaurado, los delincuentes regresaron a causar más daños, ahora afectaron la subestación eléctrica.
En consecuencia, la instalación opera deficiente, no envía suficiente alimentación de flujo eléctrico al plantel, el sistema de climatización no funciona, los niños tienen que tomar clases con el intenso calor en el aula.
Impacto
Ahora se requiere una inversión más fuerte para poner en servicio la escuela como estaba, mientras las autoridades investigadoras no asumen el compromiso que tienen con la sociedad para aclarar estas transgresiones a una institución pública, estos delitos pueden quedar impunes, los responsables libres para seguir causando daño.
La directora, profesora María Teresa Palacios, dio a conocer que ese tipo de reparaciones son muy costosas, pero además, muy complicadas porque no se encuentran fácilmente los repuestos para la subestación averiada. Podrían pasar semanas o meses para restablecer su operatividad.
Se desconoce qué motivaciones tienen las personas que se regocijan de causar destrozos en las escuelas, ya que sin importarles su propia seguridad, traspasaron el área de seguridad en torno a la subestación eléctrica, para lapidarla.
La comunidad escolar creía que tras los daños causados a once salones, cuando incendiaron el de cuarto grado, ya no regresarían por temor a ser vinculados con esos delitos, pero confiados en que las autoridades de la Procuraduría de Justicia se limitan a levantar las denuncias y no les dan seguimiento, volvieron a provocar más destrozos.
