Putin ordena a ejército ruso un cese del fuego de 36 horas en Ucrania por Navidad ortodoxa


MOSCÚ.- El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves a su ejército aplicar un alto al fuego en la guerra en Ucrania para el 6 y 7 de enero para la Navidad ortodoxa, tras un pedido del patriarca Kirill, quien apoyó en sendas oportunidades la invasión, informó el Kremlin, aunque en Kiev reina el escepticismo.

Se trata del primer alto el fuego desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, el 24 de febrero de 2022.

“Teniendo en cuenta el llamado de su santidad el patriarca Kirill, instruí al ministro de Defensa que ordene un régimen de cese el fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania a partir de las 12 del 6 de enero de este año hasta las 24 del 7 de enero”, dijo el Kremlin en un comunicado.

El Kremlin indicó que dada la alta cantidad de personas que profesan la fe ortodoxa en las zonas de combate, lanzaron un llamado a los ucranianos a declarar un alto el fuego que les dé la oportunidad de “asistir a los servicios religiosos en la víspera de Navidad, así como en el Día de la Natividad de Cristo”.

“Yo, Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia, me dirijo a todas las partes implicadas en el conflicto fratricida para pedirles instaurar un alto el fuego y establecer una tregua de Navidad”, afirmó en la página web de la Iglesia.

La Iglesia Ortodoxa Rusa, que usa el antiguo calendario juliano, celebra la Navidad el 7 de enero.

Esta tregua permitirá, según el líder de 76 años, que los ortodoxos puedan “asistir a la misas en la víspera de Navidad y en el día del Nacimiento de Cristo” en Ucrania.

El mensaje, sin embargo, probablemente tenga poco calado en Ucrania, donde la influencia del patriarcado de Moscú ha ido en declive en estos últimos años, hasta la creación en 2018-2019 de una Iglesia independiente de la tutela religiosa rusa.

La propuesta recibió poca atención por parte de Kiev, y el asesor presidencial ucraniano Mijaílo Podolyak la descartó llamándola “una trampa cínica y un elemento de propaganda”.

En estos meses, Kirill ha justificado la guerra diciendo que es parte de una “lucha metafísica” para evitar la invasión ideológica liberal de Occidente.

En mayo, poco después del inicio de la invasión rusa del país, la Iglesia ortodoxa ucraniana rompió sus lazos con Moscú.

El anuncio de cese el fuego tienen lugar días después de que un ataque ucraniano en la noche de Año Nuevo causó al menos 89 muertos en la localidad de Makéyevka, en la región anexionada de Donetsk.

El ejército ruso, en un hecho poco común, admitió el trágico balance tras el bombardeo, y fue blanco de duras críticas.

Según la prensa rusa, el edificio quedó totalmente destrozado por los proyectiles lanzados con los sistemas lanzamisiles Himars, un arma suministrada por Estados Unidos. En las instalaciones había cientos de reclutas, es decir, soldados no profesionales.

“Nuevas realidades territoriales”

Más temprano, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan había pedido en una conversación telefónica con el dirigente del Kremlin la aplicación de un “cese el fuego unilateral” para iniciar negociaciones de paz con Kiev.

“Putin nuevamente confirmó que Rusia estaba abierta a un diálogo serio, a condición de que las autoridades de Kiev se atuvieran a las exigencias bien conocidas y expresadas en varias ocasiones y tuvieran en cuenta las nuevas realidades territoriales”, indicó el Kremlin en un comunicado. El gobierno de Volodimir Zelensky ya rechazó en varias oportunidades estas condiciones.

Las tropas rusas ocupan amplias extensiones de terreno en el este y el sur de Ucrania desde el inicio de la ofensiva el pasado mes de febrero. Además, el Kremlin reivindica la anexión de las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este, y de Zaporiyia y Kherson, en el sur, aunque no dispone de control sobre todo su territorio.

“El lado ruso ha enfatizado el papel destructivo de los Estados occidentales, surtiendo al régimen de Kiev de armas y equipamiento militar, suministrando información operativa y objetivos”, añadió el comunicado de Moscú.

Zelensky se niega a negociar con Rusia mientras Putin esté en el poder e insiste en que el objetivo es recuperar todos los territorios ocupados.

En el terreno, los combates seguían haciendo estragos en Ucrania, sobre todo en Bajmut, en el este, que las tropas rusas -respaldadas por los mercenarios del grupo Wagner- intentan controlar desde el verano boreal.

Según el balance diario de la presidencia ucraniana, cinco personas murieron y ocho resultaron heridas en las últimas 24 horas. Entre los fallecidos, figura un militar que participaba en una operación de desminado cerca de Kharkiv.

Agencias