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Plantean ajustes a decreto de importación automotriz


Matamoros.- Para este fin de mes pierde vigencia el decreto de importación de vehículos usados a través de pedimento, y no hay indicios de que las autoridades preparen el nuevo documento para darle continuidad a este servicio a la comunidad.
Los empresarios del rubro tienen sus dudas y están en zozobra porque no se les olvida que entre 2024 y 2025 perdieron cuatro meses de actividad porque al gobierno federal “se le olvidó el decreto más importante, la importación de autos usados”, afirma Tomás Cantú Gloria.

Preocupación

“No hay novedad”, dijo, sobre la probable continuidad de este programa, más comúnmente denominado de regularización de autos, aunque en realidad es una importación a través de agencia aguanal.

Lamentó que mientras este decreto ha encontrado mucha resistencia, principalmente por la presión que ejerce la industria automotriz nacional, en el caso del decreto de legalización de autos que ya están en el país, los llamados “chocolate”, se ha ampliado hasta septiembre de 2026, cuando ya no hay vehículos que cumplan con todas las reglas de operación.

Considera que esta ampliación ya resulta demasiado inútil, que es una pérdida de recursos públicos que se podrían canalizar a otras áreas de servicio, como el pago de personal, de equipos, de servicios, rentas, cuando ya no tienen mucha actividad.

Es como tirar el dinero a la basura, porque los módulos del Repuve siguen activos, con personal y equipos, pero están solos, hay muy pocos trámites.

Oposición

En cambio al decreto de importación por aduana, con más de 30 años de tradición, se le ponen todo tipo de trabas, como pasó en el actual, que se suspendió por cuatro meses causando graves pérdidas a los prestadores del servicio, porque tuvieron que absorber pagos de nómina, de rentas, de servicios, sin generar ingresos.

Dijo que la industria nacional presiona para inhibir esta actividad por considerarla perjudicial para su mercado, con argumentos como proteger el empleo, pero aclara que cada segmento tiene su clientela, es decir que aquellas personas que tienen la oportunidad de adquirir un auto de agencia, pues lo compran y ni siquiera voltea a ver los usados.

Mientras que las personas que acostumbran los autos usados, ya sea porque no pueden comprar uno nuevo, o simplemente tienen otras prioridades, no se interesan por aquellos, y eso es algo no que ni el mismo gobierno considera.

Actualizar

Dijo que los empresarios del ramo confían en que “este año no se les vaya a pasar” y que más adelante la Presidenta de la República, su gabinete de economía o Hacienda, les brinden un espacio para explicarles de viva voz la importancia de esta actividad económica para miles de familias, sobre todo en la frontera, que dependen de los autos usados, y que prefieran cumplir con el pago de sus impuestos.

Consideró que se deben hacer un ajuste al decreto para hacerlo mejor, como actualizar los años modelo que se pueden importar, reconsiderar el importe de los aranceles, así como eliminar el listado de valores estimados que se toma como referencia para definir el precio de un vehículo de importar, al margen de las condiciones en que se encuentre, como se procede con el caso de un refrigerador, de una estufa y otros muebles del hogar, herramientas u otros, con los que se paga conforme al valor factura, es decir, de acuerdo a como se pagó.

Menciona que por ahora la autoridad aduanera les presenta una lista con precios que ellos consideran que tienen los autos, cotizados mucho más alto que los precios reales en el mercado de Estados Unidos, e insiste que todo esto es por la presión que ejerce la industria automotriz nacional desde administraciones anteriores.

Hay movimiento

Por ahora este sector de la economía fluye muy bien, se tiene un incremento de 25 por ciento en la demanda de servicios, se han visto últimamente más unidades haciendo fila para su revisión en el puente, los importadores están tomando un poco más de confianza, pero hay mucho nerviosismo sobre la continuidad del nuevo decreto.

Por ahora están operando con aranceles del 10 por ciento en vehículos de modelos 2016 y 2017, pero en realidad se puede trabajar con unidades 2018 en adelante, solo que el arancel sube al 50 por ciento. Así, por un auto 2018 marca tradicional se pagan 80 mil pesos en promedio, por un 2019 unos 100 a 150 mil pesos, lo cual es mucho dinero, nadie querría pagar por ello, es más barato comprar otro auto.

El Bravo Digital