Orbe

Un pueblo harto de terremotos políticos

El clamor ciudadano demanda que en el 2022 de Tamaulipas (coincidente con el ejercicio electoral de revocación de mandato de Andrés Manuel López Obrador) y la elección presidencial de 2024, ya no se repita la misma y abyecta película del pasado y presente.
La lógica de esa inmensa protesta social dirigida al 2022, incluye al 2021 con nuevos y reelectos presidentes municipales, diputados locales y diputados federales.
Y la base del tema es –entiéndase– que al electorado no le vuelvan a perpetrar el mismo engaño de siempre, utilizándolo como a un ratón de laboratorio que a pesar del sufrimiento todo lo olvida cuando es orillado a la sobrevivencia.
Naturalmente no se puede generalizar esta práctica cometida por tantos años, pues no todo el que es político o servidor público es forzosamente un defraudador, cuyo propósito despreciable es apropiarse de los recursos públicos.
PAN, PRI, PT, PVEM, PRD, MC y Morena, como las fuerzas políticas que participarán en la renovada Cámara de Diputados y congresos locales, entre ellos el de Tamaulipas, así como en casi 2 mil 500 ayuntamientos del país, ¿tendrán como prioridad enarbolar un cambio democrático que evite la depredación brutal, que por tantas décadas ha provocado que el pueblo de México viva en la pobreza y el atraso brutal?

DESDE AMÉRICO HASTA GATTÁS Y BRAÑA MOJICA
Por ejemplo, las aspiraciones a la gubernatura de Tamaulipas que de hecho ya empezaron a darse a conocer, tendrán, de acuerdo a los presentimientos del diputado federal Erasmo González, una competencia interna de consecuencias imprevisibles.
Es decir, quien resulte candidato oficial a competir por el puesto que ocupa Francisco García Cabeza de Vaca, no la tendrá fácil.
Se trate de Américo Villarreal, Mario López o Adrián Oseguera, o el mismo Erasmo González, e incluso Rodolfo González Valderrama y un número igual o mayor de aspirantes, harán de ese proceso interno un acto verdaderamente dramático que tampoco convencería tan fácilmente a otros dos políticos morenistas que están a punto de estrenar cargos muy importantes como el alcalde electo de Victoria, Eduardo Gattás Báez, y el también electo diputado local José Braña Mojica, sobrino del presidente López Obrador.
La otra interrogante: ¿por qué podría suscitarse tanta discrepancia e incluso trifulca entre estos personajes, si la gubernatura ya no es ni será para ellos una posición política de enormes ganancias?
Si no es así, ¿de dónde se originan las preocupaciones de Erasmo González? ¿De que entre esas aspiraciones existan varios ambiciosos de ostentar poderes fuera de la ley?

EL EJEMPLO DE LA SEGURIDAD PÚBLICA
En medio de tantas pugnas promovidas desde la Federación contra los poderes estatales de Tamaulipas, mucha gente ha olvidado que justamente a partir de la llegada de Francisco García Cabeza de Vaca al Gobierno del Estado, la inseguridad comenzó no sólo a disiparse sino que hasta el miedo de los tamaulipecos a salir a las calles como a viajar en las carreteras del estado desapareció.
No es raro que las poblaciones tengan mala memoria, más cuando se trata de aciertos realizados por los gobernantes, pues al recuperarse la normalidad de la convivencia social nadie quiere acordarse, inconscientemente quizá, del pánico provocado en otros tiempos por los grupos delincuenciales.
Ese sería uno de los grandes temores de todos aquellos que no han olvidado el terror vivido y el cambio que derivó en llevar una vida normal con la menor de esas incidencias violentas.
Incluso nadie debe soslayar que la exigencia mayor del pueblo era el tema de la seguridad, por lo que de haber un cambio de partido político en el poder el riesgo es que mientras todos se ponen de acuerdo la gente vivirá “apanicada”.
¿Cuánto tiempo calcula usted que llevará un proceso de cambio político e ideológico, si bien todo mundo sabe que ese tipo de mudanza en el poder requiere no de meses sino de años, y adaptación de gobernantes y gobernados a los nuevos estilos y vaivenes? La respuesta no es difícil y sólo se pide que el pueblo ya no sufra más terremotos políticos.