La policía de Berlín aclaró que por ahora no hay sospechosos por la muerte de María Fernanda y "las investigaciones de la policía criminal están en curso".
La última comunicación con la joven, que había viajado a la capital alemana para cursar estudios de máster, se produjo el sábado, 22 de julio, por la noche.
Cuando los responsables de la residencia de estudiantes, alertados por la familia que no lograba contactar con ella, acudieron a su habitación el lunes por la mañana, encontraron el teléfono móvil de Sánchez Castañeda sobre la cama y la puerta al patio interior estaba abierta.
Según el comunicado policial en el que se pedía la colaboración ciudadana, la estudiante podría hallarse en una situación de "vulnerabilidad emocional", aunque tanto su familia como sus amigos han destacado que en los días previos a su desaparición actuó de forma normal y alegre y tenía numerosos planes de futuro.
Agencias