Este domingo, un grupo de rescatistas estaban teniendo complicaciones para auxiliar a miles de personas que terminaron afectadas por el paso de la tormenta Helene al sureste de los Estados Unidos, en donde los caminos acabaron totalmente inundados, hay apagones y donde además se entrega comida vía aérea en zonas donde el ingreso es complicado.
El fenómeno hidrometeorológico dejó perjudicados a diversos estados de la Unión Americana, como Georgia, Florida, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee, debido a los fuertes vientos registrados y lluvias torrenciales que dejaron a algunos poblados como si hubieran sido borrados del mapa.
Sobre la situación, Lori Moore-Merrell de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, detalló que «continúan las búsquedas y esfuerzos de rescate de los oficiales locales, estatales y federales».
«Hay un importante cierre de vías debido al agua estancada y los riesgos impiden los esfuerzos de respuesta, incluyendo reanudar la energía, la limpieza de escombros, las búsquedas y rescate y la evaluación del daño».
De acuerdo con las autoridades locales durante un recuento de la AFP, al menos 24 personas perdieron la vida en Carolina del Sur, 17 en Georgia, 11 en Florida, 11 en Carolina del Norte y una en el estado de Virginia.
Se tiene conocimiento de que al menos 2,7 millones de personas continúan sin servicio de electricidad este domingo. Además, según el director del Servicio Meteorológico Nacional, Ken Graham, siguen activas tres alertas de inundaciones repentinas al oeste de Carolina del Norte ante el riesgo de la ruptura de represas.
Asimismo, Graham añadió que se espera que el tiempo mejore en las zonas afectadas en torno al martes. Por su parte, Jennifer Pipa dijo que miles de personas seguían buscando ayuda en los albergues de la Cruz Roja de Estados Unidos.
Vale la pena señalar que, fue el pasado jueves por la tarde cuando el huracán Helene tocó tierra firme muy cerca de Tallahassee, la capital del estado de Florida en categoría 4 en una escala de 5, con vientos de 225 km/h, que aunque se degradó a ciclón postropical provocando diversas inundaciones de gran intensidad.
De hecho, una de las zonas con más afectaciones es Carolina del Norte, en donde los rescatistas han tenido que enviar suministros vía aérea en zonas donde es imposible acceder debido a la envergadura de los daños o por inundación en los caminos.
William Ray, director del Departamento de Gestión de Emergencias del estado advirtió que las condiciones eran extremadamente peligrosas.
Agencias