ElBravo_Notas_728x90_2
El gobierno de Estados Unidos ha impedido que un grupo de 33 mexicanos que forman parte de la tripulación del crucero Eclipse de Celebrity Cruces puedan ser evacuados y repatriados a sus lugares de origen luego de confirmarse
cuatro casos positivos de Covid-19.
Sin embargo, más de mil 500 pasajeros, incluidos 102 mexicanos, toda la tripulación estadounidense así como quienes dieron positivo y presentaron síntomas ya desembarcaron en días pasados.
Los familiares aseguran que hasta ahora la empresa ha ocultado información al propio Consulado de México en San Diego, a donde llegó el barco el pasado 30 de marzo, para agilizar las gestiones con las autoridades estadounidenses que se permita el desembarco de quienes aún permanecen en su interior.
Se está presionando a su personal para que firmen una carta en donde autorizan permanecer en la embarcación durante la cuarentena, a pesar de que no existen las condiciones sanitarias óptimas para permanecer ahí.
Derivado de ello, es que hasta el momento sólo 18 de los connaciones han solicitado formalmente al consulado que mantenga las gestiones necesarias para que se les permita su evacuación y repatriación.
El resto, consideran los familiares, buscarán mantenerse como una forma de ver si mantienen su empleo a pesar de que los sueldos que perciben son muy bajo y su principal ingreso son las propinas recibidas de los turistas que ya han salido en su mayoría.
La desesperación de los mexicanos que se encuentran en el crucero Eclipse ha llegado al grado de enviar una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador para agilizar las gestiones, aunque las familias reconocen que la atención recibida por parte del consulado ha sido extraordinaria.
“El cónsul habla diario conmigo, habla con mi hijo, se han portado excelente, pero no sé porque no han podido hacer más, sé que están haciendo lo mejor que puede pero no los dejan bajar, además de que la naviera está ocultando información a la propia embajada”, dijo la madre de uno de los tripulantes que pidió anonimato.
El principal temor de las familias es que quienes permanecen en el crucero deban hacer la cuarentena en el mar, ya que tienen conocimiento de un mayor número de personas infectadas en esta modalidad y el barco no cuenta con la atención médica necesaria.
“Hoy ya los subieron a un camarote, pero no les habían dado de comer, pero ni siquiera la naviera les dice nada a ellos, yo ya le dije a mi hijo que se encierre en su camarote y que no salga pero él ya tiene casi siete meses que se embarcó y quiero que regrese”, agregó.
Agencias
