Están ya entre el agua y no se mueven del río

Con tal de no abandonar su campamento en el bordo del río Bravo, contiguo al Puente Nuevo Internacional, los migrantes se pusieron a trabajar en la creación de pequeñas represas con costalería para tratar de evitar que se les inunde el área, pero ya algunas chozas que han levantado con palos, están anegadas.

Los dejan

Las autoridades de todos los niveles han sido condescendientes con ellos, al permitirles ejercer un tipo de gobierno extraterritorial, donde ellos, alrededor de mil 600, deciden lo que quieren hacer, y ni el riesgo de ser arrastrados por la creciente, les preocupa.
Armandina Pérez, residente de este lugar, procedente de Honduras, dice que ellos no se van a ir del campamento porque creen que ya no podrán hacer su trámite de refugio en Estados Unidos, pero sí se están acomodando en partes más altas para no estar entre el agua.
Su situación es muy complicada porque no cuentan por ahora con servicios como agua potable y los sanitarios, ya que la empresa que les ofrece este servicio, les ha retirado su equipo ante el riesgo que sea arrastrado por la lluvia.