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A pesar de la gran ocupación hospitalaria en el área de cuidados intensivos debido al incremento de casos de coronavirus en Quito, el gobierno de Ecuador descartó la posibilidad de volver al confinamiento en la capital.
«Ampliar el toque de queda no es algo que está previsto», expresó la ministra de Gobierno, María Paula Romo, tras una reunión con el titular de Salud, Juan Carlos Zevallos, y el alcalde de Quito, Jorge Yunda, para evaluar la situación por la pandemia en Quito.
Quito, con 2.7 millones de habitantes, se mantiene en alerta amarilla dentro de un semáforo que Ecuador aplica desde mayo para relajar las medidas de confinamiento. Las autoridades contemplaron el toque de queda de 15 horas al día frente a las ocho horas que actualmente se aplica en la ciudad.
«Lo que queremos es, en cada color del semáforo, cada vez abrir más horas para las actividades de las personas», añadió Romo, quien preside el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, a cargo del manejo de la pandemia.
El color rojo, en el que se encuentra un 20 por ciento de los 221 cantones del país, establece el toque de queda de once horas diarias y el verde, en el que apenas están cuatro jurisdicciones, la prohibición de la libre circulación es de cinco horas.
«Quito se enfrenta a una realidad que es el sistema sanitario trabajando a su máxima potencia debido a mucha demanda de camas, en cuanto a unidades de cuidados intensivos. Estamos muy preocupados por el crecimiento de contagios en algunos barrios de la capital», afirmó Yunda en rueda de prensa.
Romo indicó a su vez que «Quito va caminando en esta desescalada del confinamiento. Hay que mantenerlo de manera prudente, hay que evitar las actividades que se puedan constituir en nuevos riesgos, pero efectivamente va por el lado de mejorar las capacidades de salud y de mejorar los controles sobre las restricciones que ya existen».
Ecuador extendió hasta el 13 de agosto el estado de excepción decretado en marzo por la pandemia, mantiene cerradas las fronteras terrestres y suspendidas las clases presenciales, mientras que las actividades laborales se reanudan de manera progresiva.
Agencias
