Crisis forense: 72 mil cuerp0s sin identificar en todo México
La falta de coordinación entre diferentes entidades, la ausencia de presupuesto y la poca preparación del personal técnico alimentan la crisis forense que se vive en México, además de prolongar la incertidumbre de las familias que buscan a los suyos.
Así lo consideraron colectivos de buscadores, quienes resaltaron que cada vez es más común la identificación de cuerpos o restos humanos por la comunicación que establecen las familias que por la coordinación institucional.
“La crisis forense no es un solo filo o pico, sino varias aristas que están ocasionando un cuello de botella terrible porque se está jugando la miseria humana con la identificación de personas, que es un derecho humano”, aseguró Daniel Durán Hernández, quien busca a su hijo Daniel Durán Espinoza, desaparecido en Piedras Negras en 2009, y forma parte de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México.
Señaló que es tanta la carga de trabajo en servicios forenses que es imposible procesar todo y hay restos que terminan incluso por extraviar cuerpos.
“Coahuila es de los pocos estados que cuenta con un centro de identificación y está saturado, le falta capacidad económica”, añadió.
Puntualiza que las causas son varias: falta de presupuesto, de capacidad técnica de las instituciones y de voluntad política de los gobiernos, tomando en cuenta que la identificación forense es el último caso para identificar restos humanos.
Informe destaca falta de coordinación interestatal
El informe Crisis Forense en México: desaparición de personas, elaborado por la organización IDHEAS, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, A.C., establece que uno de los principales problemas que se viven en México para la identificación de restos humanos encontrados es la falta de coordinación interestatal.
Dicho análisis fue realizado mediante la revisión de literatura académica, reportes de organismos internacionales y publicaciones periodísticas. Destaca que en el país hay más de 72 mil cuerpos sin identificar.
El documento señala la necesidad de establecer protocolos claros para la colaboración entre fiscalías, comisiones de búsqueda y servicios periciales a nivel local y nacional, además de mecanismos efectivos de colaboración que, a su vez, establezcan medidas de sanción administrativa cuando no se cumple con dicha responsabilidad.
“Es imperativo resolver las diferencias y responsabilidades legales que separan a estas instituciones para un proceso eficiente de investigación, búsqueda, identificación y restitución digna”, establece el informe.
Otro de los puntos marcados como prioritarios para dar solución a esta crisis forense tiene que ver con centralizar la información.
“El Banco de Datos Nacional Forense todavía no es una realidad operativa pese a la urgencia que implica su funcionamiento. De la misma manera, se debe garantizar el intercambio de información de personas desaparecidas que custodia cada fiscalía estatal, a partir de una base de datos nacional”.
La investigación señala que en estados como Coahuila hubo inconsistencia entre los cuerpos registrados por la fiscalía en las fosas comunes, además de que en su momento la donación de cadáveres a las facultades de medicina también generó otros problemas conocidos como “desapariciones dobles”.
Al respecto de la crisis forense, Lucy López Castruita, madre buscadora coahuilense y representante de Voz que clama justicia por personas desaparecidas, dijo que en este año suman tres casos en su colectivo de ubicaciones de personas desaparecidas en Semefos y cuyos cuerpos tenían ya varios años en resguardo.
“Esto lo hemos venido externando en las mesas de trabajos que tenemos con las autoridades sobre la coordinación de estado con estado, pero ni aquí mismo tienen una buena coordinación.”
La madre buscadora señaló que el más reciente caso fue de un joven lagunero desaparecido en 2019 y localizado luego de que se compartieron fotografías del SEMEFO de Zacatecas, aunque sus restos ya tenían tiempo de haber sido encontrados en esa entidad.
“Fue localizado por fotografías publicadas por el Semefo de Zacatecas, pero no por una buena colaboración”, añadió.
Indicó que otra joven desaparecida en 2018 fue localizada sin vida en una fosa de San Luis Potosí, mientras que otra con reporte desde 2016 fue ubicada este año tras el análisis de los cuerpos de las exhumaciones realizadas en 2021 en La Laguna.
Lucy López también forma parte de la Búsqueda Nacional en Vida y resaltó que, pese a que los diferentes gobiernos aseguran una coordinación entre sí, la realidad es que no existe un banco de información.
Este tema no es privativo de un colectivo solamente, pues el Centro de Derechos Humanos “Fray de Larios” tiene documentados cinco casos de personas desaparecidas en Coahuila y otros estados donde las deficiencias en el sistema forense y la mala coordinación entre fiscalías prolongan la entrega e identificación de cuerpos a sus familias.
Exhumaciones en Coahuila y los pendientes
En Coahuila y La Laguna de Durango, de 2021 a 2023 hubo exhumaciones en los diferentes panteones públicos de los municipios de Torreón, Matamoros, Saltillo, Parras, Monclova, Acuña, Piedras Negras y Sabinas, así como Gómez Palacio y Lerdo.
El resultado, según informó el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH) vía la solicitud de información con folio 052405800007224, fueron 79 identificaciones, de las cuales 73 corresponden a hombres y 6 a mujeres. Esto con cierre al 2024.
Sobre la procedencia de los restos encontrados, 69 fueron de Coahuila, 2 de Chihuahua, 4 de Durango, 1 de Nuevo León, 1 de Michoacán y 2 de Honduras.
De esa cantidad, 7 no contaban con reporte de desaparición y el resto sí. En el desglose por año, había más desaparecidos con denuncia de 2013 con 17 reportes, 14 en 2014, 6 en 2016, 5 en 2015, 4 en 2012, 4 en 2020, 4 en 2021, 3 en 2018, 3 en 2019 y 2 en 2011.
El buscador Daniel Durán Espinoza indicó que, si bien Coahuila ha dado resultados en materia de identificaciones humanas, falta mucho por hacer y hay que tomar en cuenta que todo el terreno ganado fue gracias a la lucha que por más de 15 años han hecho las familias.
Además de eso, refirió que existe otro problema al momento de que hay nuevas identificaciones y es que algunas familias no quieren aceptar el hecho por dos factores: la insistencia de buscar a su ser querido vivo y la falta de confianza en el gobierno.
“Se presenta la problemática de que hay familias que no han querido recoger los restos de su familiar porque no le dan credibilidad al gobierno y la verdad es que tampoco se la han ganado.”
Sobre este punto, Lucy López, de Voz que clama justicia por personas desaparecidas, consideró que hace falta también tacto hacia las familias que reciben la noticia de que su familiar fue encontrado sin vida.
“Se ha venido trabajando y deberían estar diferentes autoridades presentes (psicólogos de la CEAV como de otras instituciones). Lo han hecho, pero no lo saben hacer todavía. Me tocó en un caso que nos citaron, pero todos estaban como misteriosos y sospechosos; desde ahí la familia estaba llena de incertidumbre.”
Agencias