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“Corran a las urnas”. A escasos cuatro meses de las cruciales elecciones legislativas de medio término, el partido de Joe Biden espera que la batalla contra el aborto que divide a Estados Unidos provoque el giro político que el presidente necesita con desespero.
Los demócratas, en alerta por la eliminación de medio siglo de derechos reproductivos, temen que los republicanos retomen control del Congreso y vayan más allá al agregar una prohibición federal que amenace el acceso legal en todo el país.
De cara a una confrontación electoral en noviembre, el presidente Biden dijo que “los votantes deben ser escuchados”, y expuso lo que está en juego para esas elecciones. “Las libertades individuales estarán en las papeletas”, pronosticó.
Es tradición que la elección de medio término en la que EU renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, no sea favorable al gobierno de turno y entusiasme poco a los votantes. Sin embargo, “el aborto es un los asunto inusual que posiblemente capte la atención” en favor de los demócratas, dice Shana Gadarian, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Syracuse.
“La opinión pública está generalmente a favor del derecho al aborto, incluso entre los republicanos”, no por cuestiones ideológicas o religiosas, sino por los costos económicos para las familias, advirtió. Según una encuesta realizada después de la Corte decidió sepultar el derecho al aborto, 50 por ciento de los demócratas dijo que considera más probable votar después del fallo del alto tribunal estadounidense.
“El acceso a las pastillas anticonceptivas, la fertilización in vitro, los DIU (Dispositivos Intrauterinos) están amenazados”, advirtió Cheri Beasley, candidata al escaño del Senado por Carolina del Norte. El 8 de noviembre, también habrá comicios locales y una treintena de estados elegirán gobernador, un puesto importante porque otorga derecho de veto a las leyes aprobadas por sus asambleas locales.
“La preocupación sobre los derechos civiles puede ganarle fácilmente a la preocupación por la economía, y los republicanos ya no tienen asegurada la victoria”, dijo Gerard Filitti, consejero del grupo Lawfare Project en Nueva York.
Del lado republicano, donde la cancelación del derecho a abortar ha sido ampliamente aplaudido, intentan en cambio que la decisión de la Suprema Corte no termine siendo un caramelo envenenado que aleje a sus votantes más moderados.
“Los republicanos harán todo lo posible para que el debate vuelva a la inflación, la economía y los precios de la gasolina”, temas con los que han atacado a Biden, anticipa la consultora política y encuestadora Carly Cooperman.
Agencias
