Zona del sur de Dallas es tiradero de basura

21/12/15 .- El remoto tramo de terrenos baldíos y talleres de carrocería por Dowdy Ferry Road en el sureste de Dallas poco se parece a la imagen urbana de la ciudad y sirve como vertedero público. Así ha sido desde que se tiene memoria.

En los últimos 20 años, en la zona arbolada cerca de la carretera se ha recogido un sinnúmero de llantas, toneladas de basura, cocodrilos, cadáveres humanos y animales y hasta un pitón de 10 pies de largo.

Casi cada año las autoridades descubren una víctima de asesinato, un muerto en accidente de tránsito o algún delincuente prófugo en Dowdy Ferry, generalmente en torno a Teagarden Road.

“Es un total desprecio por la ley”, dijo Michael Brinkley, habitante de mucho tiempo en el área y chofer de una grúa. “Aquí a nadie le importa nada”.

Activistas
Los activistas por los derechos de los animales han presionado a las autoridades para hacer algo, y ahora hasta funcionarios municipales reconocen que tienen un problema en Dowdy Ferry, una especie de intestino del Río Trinity.
Hace poco algunos funcionarios realizaron una conferencia de prensa en ese lugar para resaltar sus esfuerzos por detener el vertido de desechos, sean animales muertos o televisores viejos.
Los activistas, que con frecuencia hallan perros muertos en esa zona, rebatieron a los funcionarios, diciendo que no están haciendo lo suficiente para detener la crueldad contra los animales.

«Al gobierno no le importa»
El concejal Erik Wilson dijo en la conferencia de prensa que de niño había oído que Dowdy Ferry es un basurero “por los chismes que corrían por la comunidad”.

Desde entonces, dijo, “tiene esa reputación”.
“Tengo 42 años, así que es de hace mucho tiempo”, dijo Wilson.

Indicó que con el paso del tiempo la ciudad ha hecho algunas mejoras en el área, como despejar la superficie arbolada cerca de la carretera; pero eso ha llevado a que la gente tire sus desechos más adentro entre los árboles.

Brinkley dice que se instaló en el área hace una década porque las casas eran baratas ahí. Pese a la mala fama de Dowdy Ferry, el sector parecía adecuado. Ahora, dice Brinkley, ya quisiera irse a otra parte.

“Me gusta Dallas, pero cuando uno se va a vivir lejos como aquí, a nadie la importa”, dijo. “Ni siquiera al gobierno de la ciudad”.
Brinkley dice que da de comer a varios perros callejeros en su casa, lo que molesta a algunos de sus vecinos.

Agencia