Vive una vida plena y feliz

4/04/16.-Dentro de tu agenda ocupada, seguro es muy fácil perder la vista de lo que vale o no la pena. Y por lo mismo, es fácil hacer la vista gorda de las cosas que podrían afectar tu felicidad.

Por suerte, no sólo puedes seguirte por tu instinto, ahora puedes aprovechar un par de estrategias para construir las conductas correctas (y las actitudes) para vivir una vida plena y feliz.

Encuentra un propósito en tu trabajo
Es trabajo es sólo un trabajo si así quieres verlo. Pero hay mucho más detrás de tu empleo. Es una oportunidad de prestar tus servicios. Es una forma de expresión, tanto de tus pensamientos, como de tus talentos. Tu trabajo es una oportunidad de cambiar al mundo. Depende de ti su significado, sin importar la carrera.

Acepta la incomodidad para ganar misterio
Las personas felices siempre tienen cierta cualidad de fuerza. Por lo menos tienen una habilidad que destaque entre todas las demás. Y aunque el proceso de aprendizaje haya sido incómodo, valió la pena. Así tal cual: ser muy malo en algo podría ser el primer paso para ser increíble en eso mismo. El trabajo duro es la evidencia del progreso.

Sé productivo, pero no te apresures
Apresurarte sólo te hará miserable y hasta podría afectar tu integridad. El balance está justamente en vivir una vida productiva, pero estando cómodo con el ritmo. Es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero una vez que le agarres la onda, notarás que es súper sencillo. Ejercer tu voluntad es tu armadura contra el destino.

Nunca te engañes, no puedes gastar unos minutos de cordura
Ten en cuenta que nunca podrás ser bueno con todos… si fueras a hacerlo, todos se aprovecharían de ti. La clave para que esto no suceda, es poner límites. Todas tenemos obligaciones, pero un ritmo cómodo puede ser adecuado siempre y cuando sepas decir no de vez en cuando.

Da cuando puedas
Aunque dar sea considerado un acto caritativo, recibir es más benéfico para que el que da, que para el que recibe. Dar (sea lo que sea) es increíblemente relajante y muchos adoran la sensación que les brinda. Y la ciencia puede explicarlo: llevar a cabo el acto de dar libera una de las hormonas de la felicidad, la serotonina.

El Universal / El Bravo