Vida Diaria

Rosa Elena González

7/09/17

Ni apostador ni dueño del animal…

Después de un proceso de elección siempre hay inconformidades naturales porque perdedores y sus seguidores buscan a quien culpar de la derrota.
La lloradera es mayor cuando se les va de las manos el poder, fama y fortuna, no se detienen a hacer una introspección buscando que hicieron mal para ser rechazados y de lo que encuentren tomar lo bueno y aplicarse para construir.
Bueno, al menos la gente con honor, o como dicen la vecina, bien nacida, lo debería de hacer pero como la mayoría de los políticos no lo son tanto por ello siempre hacen lo contrario, le apuestan a la desestabilización, cuando pierden quieren que todos pierdan, que a los ganadores les vaya mal.
Casos se dan muchos, sucede en todas las elecciones y administraciones, hasta en los partidos políticos.
Lo anterior viene a colación porque en conocido restaurante del centro de la capital tamaulipeca dos personajes de la vida política entre seriedad y risas se decían verdades y mentiras del proceso de elección del PRI estatal.
Cada quien daba su versión, obvio cada uno respondía a sus intereses aunque en este caso lo cierto es que los dos respondían a los del candidato perdedor, oriundos de Matamoros.
Uno de ellos, al percatarse que habían escuchado toda la conversación, pregunta a un comensal de la mesa de enfrente, “tú quién crees que merecía más el PRI”, la respuesta fue que era elección de ellos con un remate de “yo ni priísta soy”.
Ambos sonríen y de nuevo la pregunta “sí, pero qué opinas del proceso”, y otra vez, “insisto, ustedes saben a qué le apuestan y con qué creen que vayan a ganar o con que quieren perder, pero desde afuera se vio que perdieron y siguen perdiendo los priístas porque es fecha que siguen los desacuerdos y así se la llevaran, lo peor es que ya hasta ni los suyos creen en ustedes”.
“Pues no le vamos hacer la chamba al PAN”, dice uno de ellos, el comensal contesta, “Directamente no, indirecta sí, pero quizá más a los de MORENA, no midieron que con su supuesto proceso democrático los perdedores se sentirían decepcionados y muchos correrán a refugiarse en otro partido, fuera quien fuera el ganador o perdedor, no calcularon las consecuencias”.
“Pero si hubieras sido consejero por quién hubieras votado”, revira el tricolor que vive en la derrota, “por ninguno, me hubiera abstenido, o quizá por ALEJANDRO GUEVARA porque se ve que tiene el respaldo nacional del PRI y además puede hacer equipo para que Tamaulipas mejore en la seguridad, por sus contactos con la SEDENA”.
“Entonces preferirías a uno que se sometiera al gobierno”, responde confundido uno de ellos, “dije que ayude no hable de sometimiento, hacer equipo por el bien común está más allá de cualquier interés partidista, la gente quiere que exista armonía”.
“Pues verás que en las próximas elecciones nos vamos a recuperar”, dice el otro de los ex dirigentes del PRI que también fue presidente del Congreso local.
“Pues quizá sí puedan mejorar pero a cómo van corren el riesgo de irse hasta tercer lugar en el Estado, MORENA les ganara territorio, además ustedes a ustedes mismos se les ve la inconformidad”, ambos personajes sonríen y dicen, “todo puede suceder”.
Pero insisten, si las elecciones fueran hoy por qué partido votarías, “por lo general no voto por los partidos, voto por el personaje, ni panista ni priísta, ni de ningún partido”.
Con respecto a la elección del dirigente del PRI en Tamaulipas en pocas palabras, como dijeran los mirones en los palenques y como seguramente mucha gente piensa, “Ni apostador ni dueño del animal”.