Vida Diaria

No me cuidan, me violan…

Con el lema, “No me cuidan, me violan”, cientos de mujeres marcharon en la Ciudad de México en protesta contra policías después de que una jovencita denunció fue violada en una patrulla por 4 degenerados uniformados.
Fue la más grande marcha de mujeres que se ha registrado en todos los tiempos en este país para defender a las de su género, fueron muchas las que se congregaron y salieron a las calles para protestar, llegaron a las instalaciones de Seguridad Pública y a la Procuraduría Capitalina.
Todo está bien, es necesario que la voz y fuerza de las mujeres se haga escuchar y respetar, ya basta de tantos feminicidios y que el género femenino sea violentado hasta por quienes deberían velar por la integridad física y emocional de ellas.
Llamó la atención que la manifestación se llevó a cabo cuando es una mujer la gobernante y otra la que debe procurar justicia en la CDMX, es decir, eran mujeres en contra de mujeres y pidiendo castigo para los hombres, cierto es que quizá la denuncia de la jovencita, que presumiblemente fue abusada por cuatro policías fue la gota que derramó el vaso, y tocó que las autoridades de la ciudad fueran damas, pero igual hay algo que no encaja, que deja mal sabor de boca.
No fueron las formas, mucha gente y la misma ciudad salió afectada, se registraron demasiados actos vandálicos, negocios y casas saqueadas, instituciones destruidas por una turba de mujeres enardecidas que destruían todo lo que se encontraban a su paso.
Claro que tienen razón en exigir justicia y que ya no se violente a las mujeres, pero ¿qué culpa tienen los habitantes o comerciantes de que las autoridades no cumplan con su deber?, la impotencia es mucha y enojo mayor contra las autoridades pero el pueblo, la ciudad, no es culpable de las malas acciones de unos cuantos, no se les debe dañar su patrimonio ni generarle más violencia a una sociedad que ya se duele de muchos males.
Cierto es que ante el abandono de las autoridades y que no cumplen con su labor de brindar seguridad a la población no queda opción que tomar las calles, protestar, realizar marchas, plantones y manifestaciones, pero deben ser dirigidas principalmente a las instancias correspondientes porque tal parece solo así atienden los reclamos.
También es verdad que no deben pagar justos por pecadores, se debe pelear con argumentos, hacer que el pueblo y medios de comunicación también sean partícipes pero sin dañar a terceros, sin destruir, agredir, violentar pues la violencia solo genera violencia y después todos viviremos en el caos.
Además para qué demonios están las legisladoras, ellas también deben levantar la voz, apoyar al género femenino, hacer que las leyes se cumplan, no esperar a que las cosas se salgan de control.
Señoras, defender derechos de mujeres, alzar la voz por feminismo no debe ser vandalismo, nos quejamos de violencia masculina y hacemos exactamente lo mismo, si queremos respeto debemos también respetar de lo contrario el pueblo, las mismas de nuestro género se pueden manifestar en contra porque no se vale que dañen el patrimonio ajeno.
Indigna, y mucho, la violencia contra las de nuestro género, entristece que en algunas regiones de este bello país siga valiendo más una chiva que una jovencita, duele que se continúen mendigando las oportunidades para las mujeres. Claro que debe exigirse castigo para quienes violenten a las nuestras, pero el hacer daño a una sociedad y ciudad no es válido.
Los actos violentos no son ejemplo que se debe dar a las nuevas generaciones, hagamos valer la voz y fuerza femenina, hacer que se apliquen las leyes, que las autoridades cumplan con su deber pero con respeto, sin afectar a terceros. Aclaro, es opinión personal, usted estimada, estimado lector tiene la mejor.