Un depredador diferente.

21/09/2018.- Después de tres décadas de haber sido la primera víctima del personaje titular en la primera Predator, Shane Black (“The Nice Guys”, “Iron Man 3”) toma control de la franquicia como el guionista y director en “The Predator”, largometraje de 20th Century Fox que estrena hoy.

Lo bueno de eso es que el sexto filme en utilizar el cazador extraterrestre creado por Jim Thomas y John Thomas (los guionistas del filme original), cuenta con las cualidades distintivas de Black como cineasta.

Independientemente de que esta película sea una fusión de ciencia ficción, horror y acción, Black se las ingenia para darle buen ritmo, resaltar momentos de pirotecnia visual y encontrar todas las posibles formas en que su sentido del humor particular se pueda manifestar. Aunque todo eso sea positivo para los admiradores de la filmografía de Black, los fanáticos de Predator podrían ver ésta como la nota discordante de la franquicia.

Una película diferente
Durante la primera hora del filme, el objetivo de Black y su coguionista Fred Dekker parece ser crear una película que no se parezca a ninguna de las anteriores. Claramente, su interés está en un grupo de soldados que han sido descartados y que por varios enredos de la trama son los que tienen que enfrentarse al Predator. A ese grupo se unen una científica especializada en extraterrestres, interpretada por Olivia Munn, y un niño autista (Jacob Tremblay) que accidentalmente descubre parte de las armas de un Predator que llega a la tierra con una misión distinta a los otros.

Cuota de humor
En esa primera sección, la química entre los soldados, que incluyen a Boyd Holbrook, Thomas Jane, Keegan-Michael Key y Trevante Rhodes, los momentos inesperados de violencia gráfica y el humor sagaz sostienen la cuota de entretenimiento del filme.

Agencias