Trump pone sobre la mesa el control de armas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promovió ayer nuevas verificaciones de antecedentes para cualquier persona que desee adquirir armas de fuego tras las recientes matanzas en El Paso y Dayton, aunque matizó que es un tema pendiente de nuevas consultas entre demócratas, republicanos y el principal lobby a favor de las armas de fuego de Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

“Con toda franqueza, necesitamos verificaciones de antecedentes inteligentes”, destacó Trump a su salida de la Casa Blanca cuando se dirigía a una fiesta para recaudar fondos. “No se trata de la NRA, de los republicanos o demócratas”, agregó.

Trump aseguró que habló con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y con los líderes demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y en el Senado, Charles Schumer.

“Creo que gracias a mis grandes éxitos ahora ejerzo una mayor influencia sobre el Senado y sobre la Cámara”, dijo en declaraciones recogidas porThe Hill.

Alcaldes piden restricciones

Mary Casillas, la alcaldesa de Chula Vista, California, ciudad que tiene un promedio de dos homicidios por año siendo una de las más seguras en el país, firmó una carta para pedir al Senado que suspenda vacaciones y regrese a restringir la venta de armas de fuego.

La alcaldesa, hija de inmigrantes originarios de Jalisco, se unió así a 229 alcaldes que piden en una misiva al Senado que en el marco del tiroteo en El Paso y de otros tres en menos de dos semanas, regrese a legislar una mayor revisión de antecedentes a quienes deseen comprar armas.

La carta está dirigida a McConnell y a Chuck Schumer.

Los alcaldes, entre ellos Eric Garcetti, de Los Ángeles, Bill di Blasio, de Nueva York, y London Breed, de San Francisco, dijeron a la Cámara alta: “Nuestra nación ya no puede esperar a que el gobierno federal tome las medidas necesarias para evitar que las personas que no deberían tener acceso a las armas de fuego puedan comprarlas”.

El debate nacional sobre el acceso a las armas volvió a la mesa tras el tiroteo que, el pasado 3 de agosto, dejó 22 muertos en un Walmart de El Paso, Texas, y otro en Dayton, Ohio, en el que perecieron nueve personas junto con el agresor.

Agencias