Taurean Prince: “Trabajaré hasta codearme con los All-Star”

09/10/2018-Los Atlanta Hawks llevaban diez años sacando, ininterrumpidamente, el abono de postemporada. Un derecho de servidumbre que expiró el año pasado; finiquitado el proyecto que les condujo a Finales de Conferencia (Horford, Carroll, Millsap, Korver… todos out), el récord pagaba el precio del tanking con un balance de 24-58.

Los Hawks también han dejado marchar a Budenholzer y asumen que tocan tiempos de reconstrucción. No de la moderna, la de exprés a golpe de talonario, sino la de toda la vida. Un resurgir a largo plazo sostenido en la fábrica de la NCAA y el talento pendiente de eclosionar.

Sucede, no obstante, que al comparar los jóvenes de Atlanta con los de otras franquicias en similar tesitura, no parecen tener estos el porvenir más brillante de todos. Pues el bloque de juventud lo conforman Trae Young (20), Kevin Huerter (20), John Collins (21), Omari Spellman (21), Taurean Prince (24), DeAndre Bembry (24) y Justin Anderson (24). Nada espectacular.

De ahí, salvo showtime oculto en estado de latencia, sólo Young, Collins y Prince están en condiciones de liderar el renacer de los Hawks. Precisamente con el último ha intercambiado unas palabras el medio HoopsHype.

¿Candidato a MIP?
El alero, número 12 del Draft 2016, se adentra en su tercer año en la NBA. Viene de dar un importante paso adelante en su segunda temporada, asumiendo galones en un vestuario ausente de líderes que los ciñan. Su aval como sophomore es de 14,1 puntos, 4,7 rebotes, 2,6 asistencias y 1 robo por partido, además de un notable rendimiento como triplista, con un 38,5% de acierto con 5,6 intentos por choque.

Los nuevos
Tras aseverar que ha trabajado durante todo el verano en su tiro y manejo del balón, y que su confianza está en máximos desde que llegó a la Liga, es preguntado por la adhesión estelar del verano, en forma de pick 5 del Draft, Trae Young. “Es una bendición tenerle. Es un point guard único. Trae aportará una dinámica totalmente nueva al equipo. Es un gran tirador y pasa el balón estupendamente bien. A la mínima que entiendas de baloncesto sabes que con él el equipo ha ganado un gran director”.

El contrapunto, en forma de veteranía, llega de la mano de Vince Carter y Jeremy Lin. Dos jugadores diferentes pero que aportarán, cada uno desde su ángulo, la experiencia imprescindible en un vestuario con ganas de escuchar y aprender.

“Ambos me han dicho que me esfuerce y no me centre en ninguna otra cosa que esté más allá del baloncesto. Que me concentre sólo en aquello que pueda controlar. Quieren que continúe liderando al equipo y me convierta en ese chico en el que los demás puedan fijarse, tanto dentro como fuera de la cancha”.

Ambicioso
Por último, si en la pregunta por los retos colectivos optó por la postura abstracta y precavida (“Queremos jugar duro y mejorar cada día”) en lo individual no vaciló: “Creo que puedo estar ahí, con los All-Star, y los mejores de entre los mejores de la liga. Si Dios me lo permite seguiré evolucionando tanto como pueda. Trabajaré todo lo que esté en mi mano hasta alcanzar mi techo”.

Agencias