SpaceX retoma lanzamientos tras la explosión de septiembre

15/01/17.- Este sábado, cuatro meses después de un accidente en Florida, SpaceX lanzó con éxito su cohete Falcon 9 desde California, el cual transporta diez pequeños satélites de la empresa de comunicaciones Iridium.

El Falcon 9 fue disparado desde la base aérea de Vandenberg a las 17:54, tal como estaba previsto. La primera fase del cohete de 70 metros de altura se separó del resto del lanzador dos minutos y 27 segundos después de su despegue y comenzó luego su retorno a la Tierra.

En varias ocasiones encendió sus retrocohetes para disminuir su velocidad y siete minutos y 49 segundos más tarde se posó sobre una plataforma flotante en el Pacífico.

Éste es el sexto éxito de SpaceX con esta delicada maniobra. De esta forma, la empresa pretende reducir fuertemente sus costos para poner material en órbita a través de la recuperación de la parte más costosa del lanzador.

Una hora después del lanzamiento, la segunda fase del Falcon 9 desplegó los deiz satélites de 600 kilogramos de la firma Iridium en una órbita baja a 620 kilómetros de altitud, confirmó en Twitter el dueño y fundador de SpaceX, Elon Musk.

La prueba de fuego

Este lanzamiento es visto como una prueba crucial para verificar si SpaceX logró identificar y corregir la causa aparentemente compleja que provocó el accidente del 1 de septiembre.

A principios de enero, la empresa concluyó que el accidente, que se registró durante un ensayo en tierra de los motores, fue provocado por el fallo de un contenedor de helio a presión que se encuentra dentro del depósito de oxígeno líquido de la segunda fase del cohete.

No obstante, un importante grupo de consulta de expertos de la NASA expresó sus reservas sobre el proceso de alimentación de combustible del Falcon 9. En su informe anual 2016 recomendó a la agencia espacial que revise el funcionamiento del sistema antes de los lanzamientos previstos para el futuro.
La explosión de septiembre no solo destruyó al cohete lanzador sino que además dañó a un satélite de 200 millones de dólares de la sociedad israelí Spacecom.

Un canal de ese satélite iba a ser utilizado por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, con el operador francés Eutelsat, para proporcionar un acceso a internet en África subsahariana.

El accidente se produjo quince meses después de una primera explosión de un cohete Falcon 9 poco después de su despegue, el 28 de junio de 2015, que destruyó a la nave Dragon que tenía que dirigirse a la ISS en el marco de un contrato con la NASA.

Agencias