Reportan detenciones en caravana migrante en Pijijiapan, Chiapas

Agentes migratorios y de la policía federal detuvieron el lunes en Chiapas, en el sur de México, a cientos de migrantes que viajaban en caravana. Hombres, mujeres y niños fueron tomados por la fuerza y subidos en contra de su voluntad a los vehículos oficiales.

Según pudieron constatar periodistas de The Associated Press, fueron dos las operaciones que se desarrollaron casi a la entrada de la localidad de Pijijiapan después del mediodía.

Kevin Escobar, un hondureño de 27 años, desafió a las autoridades migratorias mexicanas junto a por lo menos 500 migrantes más que viajaban en la caravana, al cruzarse a una propiedad privada donde los funcionarios no podían ingresar.

“¿Por qué me quieres detener?”, les cuestionó a gritos Escobar. Luego les dijo que no quería volver a San Pedro Sula de donde era oriundo por la presión y violencia de las pandillas.

La aparente estrategia de las autoridades para detener a unos 3 mil migrantes que iban en la caravana fue instar a los grupos que estaban separados a descansar después de caminar por alrededor de unas siete horas bajo el ardiente sol y a que se reagruparan para seguir avanzando.

Pero cuando esas personas se iban reuniendo para recuperar fuerzas, los agentes aprovecharon para detenerlos.

Las autoridades se dividieron en dos grupos, uno al final y otro al inicio de la caravana para coparlos. Se vieron a personas vestidas de particular participando en el operativo y que informaban sobre los movimientos de la caravana.

Las fuerzas de seguridad forzaron a adultos y menores a subir a las camionetas conocidas como perreras. Las mujeres y niños lloraban y gritaban desde dentro, desconsolados. Atrás dejaron ropa, zapatos, maletas y carruajes de bebés.

Los migrantes fueron llevados posteriormente a unos autobuses que tomaron rumbo desconocido, aunque se presume que las autoridades los llevaron para realizar los trámites migratorios de retorno a sus países.

En el segundo operativo los migrantes, que ya se habían percatado de la acción de las autoridades, caminaron en bloque y optaron por armarse de palos y piedras para defenderse.

A distancia, delegados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) observaban los operativos. Al ser consultado Jesús Salvador Quintana, director general de la Quinta Visitaduría de la CNDH, dijo que tenían personal suficiente para poder determinar e investigar los operativos.

“Estamos documentando las cosas, nosotros no podemos decirle a la autoridad la función que tenga que hacer, pero sí estamos documentando y lo vamos a investigar”, dijo.

Quintana señaló que no intervendrían en la acción de las autoridades.

Esta es la primera vez que se conoce que las autoridades migratorias intervienen el núcleo de la caravana, la cual quedó dispersa.

El viernes, la prensa local informó sobre una serie de detenciones en el municipio de Mapastepec, donde miles de personas esperaban una respuesta de las autoridades para regularizar su situación migratoria.

El Instituto Nacional de Migración (INM) no ha contestado reiteradas solicitudes de información de la AP sobre los operativos y detenciones, aunque la Comisión Nacional de Derechos Humanos dijo haberse entrevistado con más de 200 personas arrestadas en Mapastepec.

En su último comunicado del viernes, el INM cifró en 5 mil 336 los migrantes que están siendo atendidos en albergues o estaciones migratorias de Chiapas. Agregó que más de mil 500 de ellos estaban en espera para ser retornados.

El domingo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos elevó el número de migrantes en el estado a más de 7 mil 500, entre los que figuran detenidos, los alojados en albergues y los que estaban en movimiento, e instó a las autoridades a hacer un censo adecuado, sobre todo de menores, y a darles la debida atención.

Varios miles llegaron a México en caravana principalmente desde Honduras en las últimas semanas. En el estado ya había grupos de caravanas previas integradas por centroamericanos, así como cubanos y africanos.

Agencias