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17/09/2016 – Reynosa.- Ramiro Cienfuegos Cienfuegos, jefe de la Oficina Fiscal del Estado, comunicó que durante el primer semestre del año se aplicaron descuentos en recargos a automovilistas morosos a fin de que actualizaran sus pagos.
Medidas severas
A pesar de eso quedan muchos vehículos con placas vencidas; los propietarios aún tienen posibilidad de suscribir acuerdos para ponerse al corriente con sus obligaciones. «Es importante que se acerque el contribuyente porque andan con placas vencidas. Los que cruzan al lado americano los están multando y además les quitan el Sentri. Ayer fue una persona a la que le quitaron el Sentri por sus placas vencidas», explicó el funcionario. Actualmente el costo de la tarjeta Sentri es de cinco mil pesos por año y permite al portador utilizar el carril exprés y ahorrarse hasta dos horas en cada cruce por el puente internacional Reynosa-Hidalgo. El secretario particular del delegado Regional de CAPUFE, Marcos Olivares, dijo que desconocen si en Estados Unidos se está quitando la tarjeta a los conductores con placas vencidas ya que esa es política de ellos. Son varios miles de usuarios del carril Sentri que están en riesgo de que se les retire la tarjeta si es que circulan con placas vencidas en territorio norteamericano, de acuerdo con la Oficina Fiscal del Estado.
Viva ¿McAllen o Isla del Padre?
Los puentes internacionales que unen a Reynosa con Texas se han visto abarrotados por automovilistas que están dispuestos a esperar más de 3 horas de fila para ingresar a los Estados Unidos. Se trata de ciudadanos de la frontera mexicana o del interior de la República que aprovecharon la conjunción de varios factores para ir de compras a comercios de McAllen, de paseo, a visitar a familiares en la Unión Americana o las playas de la paradisiaca Isla del Padre. Todos los carriles disponibles en los puentes se han visto saturados.
Ambulantaje se asienta
Los usuarios del Puente Internacional Hidalgo-Reynosa tienen que pasar desagradables encuentros con los múltiples vendedores y mercachifles que se han adueñado del cruce internacional que lo han convertido en un mercado o tianguis, en donde no se vende, si no que se acosa y hostiga a los automovilistas. Desde los limpiavidrios que de un salto ágil se trepan a los autos, así como los vendedores de toda clase de fritangas, artesanías e implementos para el hogar. Los vendedores ambulantes se desplazan en ambos lados del puente internacional, ingresando a territorio de los Estados Unidos de América, en donde los agentes de Aduanas y de la policía los observan de lejos sin inmutarse, o aparentemente sin darles mucha importancia a la invasión territorial. Es en las inmediaciones del Puente Hidalgo, en donde se libra una auténtica batalla por impedir la vendimia y molestia del constante toqueteo a los vidrios de las puertas, en donde se ofrece agua, papas y chicharrones, machacado, alcancías, artesanías, coberturas de volante, dulces, frutas, etc. Sin que ninguna autoridad de ambos lados de la frontera haga nada al respecto, los vendedores ambulantes se multiplican y llegan a los extremos de chocar entre ellos en su andar apurado ofreciendo sus mercancías a quienes se aprestan a cruzar al lado norteamericano.
Agencias
