Protestan en Sacramento por muerte de afroamericano por policías

31/03/18.- Cientos de personas marcharon este sábado en Sacramento (California, Estados Unidos) para pedir justicia y rendir homenaje a Stephon Clark, el joven afroamericano muerto este mes por disparos de la policía y quien se ha convertido en un nuevo símbolo de resistencia contra el racismo institucional.

Las protestas estuvieron encabezadas por el exjugador de baloncesto de la NBA Matt Barnes, quien el jueves llevó a hombros el ataúd de Clark y se ofreció para pagar por su funeral junto a DeMarcus Cousins, con quien compartió camiseta en el equipo local de los Sacramento Kings.

Barnes, afroamericano de 38 años y nacido en California, se encargó de organizar una de las manifestaciones que partieron de una plaza del centro de Sacramento.

«Siguen matándonos, y podría ser cualquiera de nosotros. Tener un poco de color en tu piel significa que eres culpable y eso no debería ser así. Todo el mundo debería ser tratado igual», dijo.

«El hecho -continuó- es que hay tanto aislamiento y tanta segregación porque no entendemos, no oímos y tenemos miedo de lo que no conocemos. No conocemos a los policías y por eso les tenemos miedo. Ellos no nos conocen y entonces nos tienen miedo», aseveró.

En ese sentido, el deportista invitó a la comunidad negra a tender puentes con los policías e instó a los agentes a «salir de sus patrullas» y empezar a caminar en los barrios para conocer a los vecinos y evitar ese miedo que proviene del desconocimiento del otro.

Con uno de los dos hijos de Clark en brazos, el exjugador de baloncesto se comprometió a crear un fondo para pagar por la educación universitaria de los pequeños.

La familia de Clark también habló ante el grupo de manifestantes y pidió justicia para el joven afroamericano, que tenía 22 años cuando fue asesinado el pasado 18 de marzo.

Entonces, dos agentes, Terrence Mercadal y Jared Robinet, dispararon hasta 20 veces contra Clark en el patio trasero de la casa de su abuela porque creían que era una amenaza y llevaba una pistola, aunque en realidad lo único que se encontró en el cadáver fue un celular.

«Si fuera yo -dijo el tío de Clark- si estuviera yo en el lugar de esos policías, tienen un arma y tienen ese uniforme, pues no sé por qué tenían tanto miedo. Su entrenamiento debería haber bastado y, si fallan, deberían asumir su responsabilidad legalmente o financieramente, punto», afirmó.

Este es el quinto día consecutivo de manifestaciones en Sacramento, aunque las protestas se reavivaron anoche tras la revelación de nuevos detalles sobre la muerte de Clark.

Una autopsia no oficial, encargada por la familia, reveló que el joven recibió seis disparos en la espalda, lo que contradice la versión de la Policía, que un día después del suceso aseguró que los agentes «vieron que el sospechoso iba hacia ellos, avanzaba con los brazos extendidos y sosteniendo un objeto en sus manos».

El hecho que fuera disparado por la espalda, cuando iba desarmado, ha generado un mayor enfado entre los manifestantes que en sus pancartas compararon la muerte de Clark con los linchamientos que durante décadas sufrieron los afroamericanos en el sur de Estados Unidos.

«El asesinato de negros por la policía es un nuevo linchamiento» o «El linchamiento debe acabar» fueron algunos de los mensajes que los activistas mostraron en sus pancartas mientras caminaron por las calles de Sacramento vigilados por un fuerte dispositivo de seguridad, según mostraron televisiones locales.

La protesta se produjo justo antes del partido que deben disputar a las 19.00 hora local (03.00 GMT del domingo) los Warriors de Golden State y los Sacramento Kings.

Los entrenadores de los dos equipos han dado permiso a sus jugadores para que acudan a la manifestación, pero los Warriors no tienen previsto participar, según el canal deportivo ESPN.

Para el partido de este sábado, los Sacramento Kings han reforzado la seguridad y han impuesto mayores controles en la entrada de su cancha, el Golden 1 Center, donde los manifestantes han volcado en los últimos días su rabia e indignación.

Según el canal NBC, las protestas de las últimas dos semanas han disminuido el número de asistentes a los partidos y podrían llegar a costar hasta un millón de dólares a los Sacramento Kings, que han elegido apoyar públicamente el movimiento «Black Lives Matter» («Las vidas negras importan»).

Agencias