Podrían boricuas recuperar totalidad eléctrica en seis meses

San Juan, 27/09/17.- El director de la Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico, Ricardo Ramos, afirmó que, en una semana, el 10 por ciento de la isla podría tener luz.

Además, dio a entender que pasarán 6 meses hasta que la totalidad de la isla la tenga, después de que “María” tumbara el sistema eléctrico de la isla.

En declaraciones a medios locales, Ramos explicó que el huracán de fuerza 4 que arrasó la isla la semana pasada provocó más daños que el huracán “Hugo”, de septiembre 1989 y, recordó, que con ese fenómeno tardaron seis meses en recobrar la luz.

Ramos insistió y recordó que el sistema de transmisión y distribución está en el suelo y eso toma tiempo y que la prioridad son los hospitales, puertos y centros de distribución de agua y depuradoras.

También remarcó que la AEE está recibiendo ayuda técnica para recomponer el sistema.

En este sentido, el director regional de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), Alejandro de la Campa, informó que se activó al Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos para trabajar con la restauración del sistema eléctrico.

Por otra parte, la mayoría de 3.4 millones de habitantes batallan para encontrar agua potable.

Con la red eléctrica fuera de servicio, se han necesitado generadores a base de combustible para limpiar e impulsar el agua a donde se necesite.

Pero la isla no tiene suficientes generadores para estas funciones, dicen responsables de servicios públicos, en momentos que el combustible también es escaso.

Sólo entre 40 y 45 por ciento de los clientes de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) del Gobierno de Puerto Rico tenía agua potable el martes, dijeron funcionarios de la compañía.

El servicio de agua para toda la isla no podrá retomarse hasta que la electricidad no sea restaurada, lo que podría tardar meses.

Mientras, las autoridades agilizan la entrega de botellas de agua y el envío de camiones cisternas por todo el territorio, donde crece la desesperación.

Agencias