“Pedí ayuda y el Consulado me trató muy mal”, relata mexicana violada en España

Abogadas españolas presentarán una queja ante la sede de Relaciones Exteriores de México si no reciben en 15 días respuesta oficial por la falta de apoyo consular a la joven mexicana que fue violada el pasado mes de septiembre en un hostal del centro de Madrid.

“A la víctima se le vulneraron sus derechos, no se la tomó en cuenta para defender estos derechos y no recibió ningún tipo de ayuda por parte del Consulado [mexicano], ni siquiera para ayudarla en su regreso a México. Nada”, señala la abogada Fátima Boitel, quien defiende a la mexicana de 26 años que fue agredida sexualmente en el Hostal Motion del barrio de Chueca por un hombre oriundo de Senegal, que se halla en busca y captura tras ser identificado por la policía española.

“Lo que esperamos con la queja es que el Consulado realice las funciones que tiene que hacer, como tutelador de los derechos de los extranjeros aquí en Madrid, que se preocupe de proteger (a los mexicanos) y de colaborar con todo lo que necesiten dentro de sus posibilidades. Pero no tratarlos con indiferencia y como que aquí no ha pasado nada”, agrega la letrada, luego de enfatizar que la joven está devastada anímicamente porque vino a conocer Madrid, sufrió una brutal agresión y no recibió el apoyo de ninguna autoridad.

“Lo que ella no quiere es que el caso se archive y agredan a otras mujeres o niñas, es lo que ella nos ha encargado. A ella no le interesa dejar mal al Consulado ni mucho menos. Quiere que se haga justicia, porque cada quien tiene una responsabilidad que debe asumir”, agrega la abogada mexicana Griselda Herrera, quien acompañó en sus trámites administrativos a la paisana, que quiere preservar su identidad.

En el oficio presentado por Rosa (nombre ficticio) ante el Consulado, con sello oficial de recibido el 30 de septiembre, la joven estudiante que perdió su vuelo de regreso a México por la agresión sufrida, solicitó respaldo económico al organismo diplomático para sufragar su estancia en Madrid durante el juicio y, de ser posible, recibir apoyo en el retorno asistido para poder regresar a México cuando procediera.

“Mis circunstancias personales y la situación a que me enfrento, justo cuando tenía el boleto de regreso a México, me toman en un estado de necesidad urgente que no me deja cubrir mis necesidades básicas tales como alimentación, transporte y hospedaje”, indicaba Rosa en su escrito, luego de subrayar que el 27 de septiembre fue recibida en la Embajada de México por una integrante de la delegación diplomática que rechazó verbalmente su solicitud argumentando que no existía apoyo económico para este tipo de situaciones.

“El consulado me trató muy mal. Me dieron cita, me trataron con indiferencia y desprecio en todo momento. Me dijeron que llamara al 016 y me dieron un número de teléfono, el de la Asociación de Mexicanas en Madrid”, relataba Rosa al diario Público sin revelar su identidad días después de la agresión.

Tras la falta de respuesta oficial por parte del Consulado la joven mexicana, con el apoyo económico de una organización altruista que costea la repatriación de personas sin recursos con la condición de que no pueden volver a España en los cuatro años siguientes a su partida, tomaba un vuelo hacia México sintiéndose desamparada y con la intención de no retornar al país ibérico, ya que sigue traumatizada por lo sucedido. Rosa se encuentra ya en México y podría intervenir mediante videoconferencia en el juicio que previsiblemente se celebrará en España cuando la policía haya capturado al agresor, que ya ha sido plenamente identificado.

Medios intentaron recabar la versión del Consulado de México en España a través de la Embajada, pero esta fue la respuesta institucional: “De conformidad con la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO), los datos de una persona física identificada o identificable se consideran confidenciales y por lo tanto no pueden ser proporcionados sin el consentimiento expreso del titular de dichos datos, salvo las excepciones previstas en los artículos 22, 66 y 70 de dicha ley”.

Según las abogadas, la víctima tenía derecho a los programas de protocolo de atención consular por violencia de género activados por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

“Aunque el protocolo está dirigido específicamente a mujeres migrantes, ella (Rosa) es una extranjera, y es una mujer. Y sobre todo es una persona a la que se vulneraron sus derechos», argumenta la abogada Boitel, quien también es apoderada de la víctima.

La violación de la estudiante mexicana que trabaja en su tesis y que viajó a España como turista se llevó a cabo en la madrugada del 23 de septiembre, cuando de regreso al hostal fue abordada por un individuo que se alojaba en el mismo establecimiento que ella. Tras conversar y tomar unas cervezas, él intentó propasarse a lo largo del recorrido. Una vez dentro del hostal, el hombre consiguió forzarla y llevarla hasta un recinto donde perpetró la violación.

“Me arrastró a la fuerza a un cuarto que había. Cerró la puerta y allí sucedió todo. Le dije que no. Traté de quitármelo de encima pero no pude. Sentía que mi fuerza no era suficiente para detenerlo y es cuando entré en pánico y me paralicé”, relató Rosa al diario español Público poco antes de retornar a México.

La joven consiguió escapar en un momento dado para ocultarse en uno de los baños donde fue auxiliada por los empleados del hotel que de inmediato reportaron los hechos a la policía que, con la ayuda de Rosa y las imágenes de las cámaras del hostal que grabaron varias escenas de lo sucedido, logró identificar al agresor de origen senegalés, por lo que su captura puede ser cuestión de días.

La estudiante mexicana ha optado por permanecer en el anonimato, temerosa del daño que la situación puede provocar a su familia, en un estado de México muy conservador, según sus abogadas.

“Tengo miedo por ellos. Si lo cuento públicamente van a ser criticados y van a decirles que me pasó por dejarme venir sola. También pueden decir que me lo he inventado todo. La misma sociedad mexicana es así. En lugar de defender a la víctima, te cuestionan”, confesaba al diario español.

Agencias