Osorio, por la Presidencia

1/12/2016 – Sorpresivamente, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, revivió el martes a Monte Alejandro Rubido.
Nunca se alejó de Bucareli desde que fue removido como comisionado nacional de Seguridad en agosto de 2015, tras el desgaste público por la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán del penal de máxima seguridad del Altiplano, que estaba bajo su protección, un mes antes.
Osorio Chong lo nombró el martes jefe de la Unidad de Gobierno, que depende de la Subsecretaría de Gobierno, un cargo donde administrativamente lo degradó –de segundo a tercer nivel en el escalafón administrativo-, pero que en la estrategia electoral del secretario, lejos de ser una caída, lo colocó en un cargo donde le será altamente útil en su abierta lucha por la candidatura presidencial del PRI.

No importó que 48 horas antes, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió a los priistas con aspiraciones presidenciales, que contuvieran sus ansias.
Osorio Chong realizó de cualquier forma una jugada de ajedrez.
No es la reivindicación de Rubido ni el perdón por la vergüenza mundial que les propinó Guzmán.

Colocado en una posición estratégica, debajo de René Juárez, el subsecretario del ramo que no es parte del establo político de Osorio Chong, tendrá la capacidad y jurisdicción para que le ayude al secretario a tejer las relaciones políticas a nivel nacional que le permitan afianzar su escalada al poder.

Osorio Chong no oculta sus intenciones.

Entre las atribuciones que tiene el jefe de la Unidad de Gobierno están:

1.- Apoyar al secretario en las relaciones del Ejecutivo con los poderes judicial y legislativo –salvo en lo que se refiera a procedimientos legislativos o modificaciones constitucionales-, así como el vínculo político con los órganos autónomos, con el Tribunal Electoral, el Instituto Nacional Electoral o la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por citar tres de ellos.

2.- Auxiliar al secretario en sus relaciones con los ciudadanos, con las organizaciones no gubernamentales y, adicionalmente, atender y buscar soluciones a los problemas que se den en los estados.
El cargo es totalmente político e interactúa con todos los actores sociales y políticos. El antecesor de Rubido era David Garay, quien se encontraba bajo la dirección de Luis Miranda, actual secretario de Desarrollo Social, y que como subsecretario de Gobierno, era el responsable de las negociaciones con los grupos de interés y presión en el país, y sobre quien caía la tarea de mantener la gobernabilidad.
Horas después de conocerse la designación de Rubido, el veterano periodista Fred Álvarez, por años conocedor del entramado de las relaciones políticas y religiosas, preguntó en su blog: “Quién es Monte Alejandro Rubido García?”.
Álvarez mismo respondió: “Es Licenciado en Derecho por la UNAM con postgrado en la Universidad de París (París IV, que es la famosa Sorbona).

De bajo perfil, un hombre amable y simpático, siempre es formal y reservado. Eso sí, un viejo Lobo de Mar, un hombre que viene de la inteligencia mexicana; ha trabajado muchos años en esa área desde que se fundó el CISEN en 1989; antes, estuvo en Investigaciones Políticas de la Secretaría de Gobernación.
Ha sido desde analista pasando a ser director de Análisis Estratégico y director de investigación en el CISEN.
Su último cargo en el CISEN -enero de 2007-, fue como Secretario General es decir, el numero dos; inmediatamente asumió el cargo de Subsecretario de Prevención del Delito, y luego se sumó la de Vinculación Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública”.
Rubido es un profesional de la inteligencia, entendida como la capacidad para recopilar información, procesarla, analizarla y formular opciones para la toma de decisiones.
Joven universitario, trabajó como analista en la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, que era la policía política del gobierno mexicano durante los terribles años de la Guerra Fría, y también trabajó en la Dirección de Investigaciones Políticas, que dependía de la Secretaría de Gobernación, y por donde también pasó Eugenio Imaz, actual director del CISEN.

Las versiones periodísticas de que fue entrenado por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, y las agencias estadounidenses FBI y CIA, son imprecisas.
Rubido nunca fue un operador de campo, sino un hombre de gabinete y análisis estratégico.
Su llegada a la Unidad de Gobierno, si se analiza en términos de diseño electoral, le resolverá a Osorio Chong lo que ha perdido con la larga enfermedad del director del CISEN, quien ha estado más ausente que presente en su trabajo en el último año.
La llegada de Rubido dota al secretario de Gobernación de un experto en el análisis político y en la prospectiva, así como el conocimiento adquirido a través de los años en las diversas áreas de inteligencia federal de cómo funcionan, operan y están detrás de los grupos de interés y sus vinculaciones en el extranjero.

El perfil del nombramiento refuerza la línea de acción del secretario, que ha utilizado ilimitadamente la información de inteligencia para socavar a sus enemigos. Uno de los últimos afectados por ese trabajo, por ejemplo, fue el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán, cuyas fotografías realizando proselitismo en el estado de México se filtraron a la prensa, y afectó el respaldo que le estaba dando al gobernador Eruviel Ávila, cuyos apoyos en el gabinete no se encuentran en el campo de Osorio Chong, sino en los hacendarios. Rubido le permitirá ser más sutil en esas acciones, más discreto y más eficaz.

Lo necesita ahora que, como nunca, corre hacia la candidatura presidencial.

Agencias