Orbe

En 2019 le cambiará la vida a Morena

5/10/2018 – Una vez pasado el inédito proceso electoral de este año, la clase política de Tamaulipas enfoca sus reflectores a la disputa electoral de 2019 por la Legislatura local, donde estarán en juego 22 diputaciones de mayoría relativa.
Pronto han surgido voces (algunas muy respetables) que consideran que los candidatos de Morena continuarán con esa racha exitosa de triunfos electorales, capaz de dominar al Congreso.
Sin embargo, parecen fundar ese juicio de valor no sólo en forma apresurada, sino en términos muy limitados.
Cuestión de recordar que los tiempos que vivimos se debaten en medio de una dinámica de cambios impresionantes, pero también de razones ciudadanas que galardonan la calidad política.
Es decir, cuando un gobierno funciona, se queda.

UN PAÍS QUE ESPERA Y EXIGE
De aquí en adelante todos estamos conscientes de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya no será candidato de nada, excepto que ahora enfrentará la realidad de gobernar bajo las presiones políticas y sociales que podrían convertir a Palacio Nacional en un verdadero manicomio.
Tanto que el presidente electo no tendrá siquiera tiempo de estrenar la cómoda hamaca que ha presumido. El sucesor de Peña Nieto lleva en sus hombros la pesadísima carga de que por varios sexenios los mexicanos han sido defraudados con promesas que jamás tuvieron cumplimiento.
Obvio entonces que el pueblo no sólo espera sino que exige resultados lo antes posible.
Y, ¿sabe usted qué sucederá cuando AMLO empiece a fallar quizá no por gusto sino porque los instrumentos políticos y económicos heredados son de la peor calidad?
Sencillo: se le vendrá el mundo encima. Y la grandísima felicidad que le trajo a Morena la alternancia se convertirá en un escenario de recriminaciones e injurias.

PAN SEGUIRÍA SIENDO MAYORÍA
Al momento no existe un solo sondeo que vislumbre que el “tsunami” de 2018 que llevó a Morena hasta la Presidencia de la República, se repita el próximo año.
La mayoría parlamentaria que ejerce el PAN en el Congreso de Tamaulipas y que encabeza Glafiro Salinas Mendiola no parece, racionalmente hablando, tener a la vista un riesgo más allá de lo estrictamente normal en la integridad de su superioridad legislativa.
Recordemos que lo que hizo ganar a diversos candidatos de Morena fue la dinámica que traía el ahora presidente electo de México, capitalizando el rencor social contra el PRI de Enrique Peña Nieto y un gabinete corrupto, concupiscente y desvergonzado.
Así fue como este mesías (que ya se le aparece la cruz por dondequiera que va) ganó la elección presidencial, impulsando su inercia populista a muchos de sus correligionarios que ni por sus sueños más guajiros había pasado la fantasía de conquistar alcaldías, diputaciones federales, senadurías y hasta gubernaturas.
Esa situación parece estarse olvidando rápidamente. No será de esta forma que en la entidad, con la brutal responsabilidad que les espera a los de Morena, principalmente a sus delegados y alcaldes, la vida los vaya a tratar igual que en 2018.
De hecho, antes de que tome posesión AMLO muchas cosas se le están complicando. Pues más complicadas estarán el próximo año cuando no sólo en Tamaulipas sino en todo el país millones de mexicanos se topen con la cruda realidad de que la mayoría de las promesas no serán cumplidas.

EL MEJOR ALIADO
En Tamaulipas el mejor aliado del partido en el poder, el PAN, es su capacidad de aprender a ser partido en el gobierno y tomar decisiones planteadas por la ciudadanía al ahora Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
El tema de la justicia y el combate a la corrupción son la mayor estructura del gobierno panista tamaulipeco, misma que ha construido al grado que personajes poderosos del pasado, incluyendo a un ex gobernador, han sido castigados con cárcel, en un hecho que ha generado una credibilidad pocas veces vista en la historia de la entidad, pues luchar contra las cadenas de corrupción enquistadas en el aparato estatal era desde hace muchos años un clamor ciudadano desatendido.
¡Feliz fin de semana!