Orbe

Ma. Teresa Medina M.

30/04/2018

El peor de todos los desvaríos
Ya todos saben que las habladas de uno de los dilectos y consentidos de Andrés Manuel López Obrador, desató una oleada interminable de malos presagios.
Si a los barones del dinero aún no les llegaba hasta lo alto donde viven todas esas propuestas de mortaja, déjeme decirle que ahora sí los alcanzaron.
Finalmente humanos con reacciones de pequeños dioses, estos archimillonarios ya empezaron a convocar reuniones de emergencia que de hecho habían iniciado cuando la Coparmex, encabezada a nivel nacional por Gustavo de Hoyos, pidió al tabasqueño respeto por la sociedad civil.
Recordó el líder del sindicato patronal que AMLO dijo tener desconfianza de la sociedad civil y de las iniciativas ciudadanas.

También el poderoso Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que preside Juan Pablo Castañón, tiene casi dos semanas que rompió el diálogo con López Obrador, señalando que si éste no está dispuesto a escuchar al sector privado en el tema del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM), entonces no hay nada que agregar (pese a las consignas de Carlos Slim).
En ese dime y te diré entre el candidato de MORENA y el sector privado, también sucede que una gran parte de la ciudadanía no sabe a ciencia cierta quién es el que causa el agravio mayor, destinatario de justas réplicas, siendo lo peor que no hay entre ambos bandos gente capaz de comunicarse con la sociedad y explicar con una sencillez profunda (aunque parezca paradójico) las bondades de sus proyectos.
Lo único que todos vemos a grandes rasgos es que AMLO será en el caso de que gane la elección presidencial un nuevo Hugo Chávez, mientras se sospecha que los grandes empresarios forman parte de la llamada “mafia en el poder” que se ha enriquecido cada vez más a costillas de la población.
Así pues, dictámenes de uno y otro lado propician que nadie crea en nada, y que el uno de julio se convierta en el más grande escenario de abstencionismo de toda la historia de México.
A eso sumémosle la confusión que no pocos medios de comunicación son capaces de provocar entre la gente. Deforman y no informan, dejando sólo una enorme montaña de excrecencias, pues su prioridad son las ganancias, importándoles muy poco los equilibrios entre utilidad e información.
De pronto se acabó así en todos los Méxicos –desde el exclusivo club de ricos hasta el infinito de pobres, pasando por el de la burocracia común y la clase dorada en el poder– la generación de expectativas.
Todo se lo está tragando la guerra sucia que ahora anuncia la “Operación Pirámide” de parte del PRI, congelando casillas electorales con “estímulos” que arrancarían de 3 mil pesos hacia arriba y con el alto riesgo de que éstas queden desiertas a la hora de la hora del uno de julio.
Obviamente la filtración de futuras expropiaciones que trascienden los más cercanos a López Obrador (ahí está el caso del muy patético Paco Ignacio Taibo II), han sido tomadas como reales amenazas que según Ricardo Anaya espantarían las inversiones.
Precisa el candidato del PAN a la Presidencia de la República que cuando no hay inversión, no hay prosperidad y entonces la gente deja de vivir con dignidad. Claro que tiene razón.
En síntesis, no vemos en ninguna de las propuestas de los candidatos presidenciales el México feliz que empezaron prometiendo y que ahora han dejado de prometer, concentrados en la guerra por el poder y los grandes negocios que este reditúa.
Que nadie se engañe: lo único que todos estamos viendo es el enorme desvarío de la razón política en contra del pueblo.

A ese punto al que han llegado nuestros políticos no tiene otra opción el pueblo más que entrarle de lleno a la participación democrática, robusteciendo a todas las organizaciones de la sociedad civil. El pueblo debe demostrar que en la base social la razón no se ha perdido.
Alcalde reconoce al gobernador
Por lo pronto no iremos lejos para encontrarnos con políticos que están en sintonía con la razón. Es el caso del alcalde Óscar Almaraz Smer que en días recientes reconoció que el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca implementó acciones inmediatas al detener a los presuntos responsables de haber agredido con armas de fuego a varios alumnos de la Preparatoria Uno.
Almaraz no pierde la altura política, pero sobre todo la coherencia de que mucho antes de los intereses electorales está primeramente el compromiso con la sociedad. Un buen ejemplo que en los “altos niveles” de la política nacional está desapareciendo.
¡Excelente inicio de semana!